El elegido

El elegido

Agustín Carstens estuvo muy nervioso en los últimos días y quizás lo que lo tenía tan inquieto, era confirmar, si lo proponían para gobernar el Banco de México, o de plano quería que todo el mundo lo volteara a ver.

Lo más seguro es que ya sabía de la decisión y se sintió con un pie en el Banco de México, y lo que hizo, fue despedirse.

El caso es que cómo su jefe, Felipe Calderón se inclinó por él, Carstens aprovechó los foros internacionales y dijo de todo. Adelantó que contrató coberturas petroleras para 2010, cuando el año pasado hasta se le rogó que ventilar el asunto.

Estuvo soberbio diciendo de manera sorpresiva que las Calificadoras no rigen al mundo con sus notas, luego de que degradara Fitchs a México y Moody´s amenazara con bajarla.

Y si no importa, entonces ¿por qué se reunión en noviembre con los directivos de esas instituciones y les prometió trabajar para fortalecer las finanzas públicas, y rogarles que no le bajarán la calificación? Si no importa entonces por qué espera que la agencia Standard & Poor’s mantenga su calificación sobre la deuda de México.

Lo cierto en todo este circo es que Carsten deja mucho que desear y si su actuación en el Banco de México va a ser como lo fue en Hacienda, la política monetaria será un fracaso. Que de hecho para muchos analistas ya lo es, porque la autonomía en el banco central está en entredicho, sobre todo por la estrecha relación y el sometimiento que ha tenido Carstens.

Su balance al frente de la política económica es gris, con la peor caída económica en 80 años, pero lo que viene en la materia se percibe complicado, con la llegada de Ernesto Cordero, ante el desconocimiento total sobre el manejo de las finanzas públicas. El mensaje a nivel internacional una vez más es que no hay gente capaz para sacar al país de la crisis, más bien hay amigos incondicionales.

Fuente: El Periódico

Difusión AMLOTV