jueves, 7 de enero de 2010

Piden ayuda un millón 56 mil desempleados

ExOnline


Por: Lourdes Contreras
Entre enero y noviembre de 2009 se reportó una demanda de recursos en las afores sin precedente. El gobierno federal había apostado a frenar la pérdida de plazas y la caída del PIB y no lo logró

Entre enero y noviembre de 2009, se disparó el número de peticiones para retirar recursos de las Administradoras de Fondos para el Retiro (afores) por parte de los mexicanos que se quedaron sin empleo.
De acuerdo con información proporcionada por la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), en el lapso se recibieron un total de un millón 56 mil solicitudes para dicho fin.
Lo anterior representa 2.25 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), que representa menos de la mitad de los habitantes totales.
Óscar Franco López Portillo, director general de la asociación, informó a Excélsior que los casos atendidos al cierre de noviembre aumentaron 92 por ciento respecto al mismo mes del año previo.
Asimismo dio a conocer que el monto total entregado en los primeros once meses del año ascendió a cinco mil 400 millones de pesos.
Por su parte, el monto promedio de cada retiro fue de cinco mil 100 pesos.
Según las estadísticas de la Amafore, al cierre de noviembre había 39 millones 393 mil 846 cuentas totales, de las cuales 61.6 por ciento correspondieron a trabajadores del sexo masculino y 38.3 al femenino.
El ahorro para el retiro de los trabajadores alcanzó un rendimiento neto de 13.8 por ciento entre enero y noviembre de 2009, mientras que en todo 2008 registró una pérdida de 0.3 por ciento.
En los 12 años que tiene de vida el sistema de pensiones, el rendimiento neto promedio anual de los recursos de los trabajadores asciende a 13.6 por ciento.
Estimaciones de la Amafore, revelan que al cierre de 2009 el sector acumula una ganancia de 100 mil millones de pesos.
La posibilidad de retirar recursos de las afores para los mexicanos que se quedaron sin empleo, se dio en medio de la actual crisis financiera internacional, a través del Programa para Impulsar el Crecimiento y el Empleo (PICE) que impulsó el gobierno federal.
En este mismo esfuerzo, se decidió ampliar de tres a seis meses la atención médica por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para los desempleados. El instituto no ha reportado el impacto sobre recursos propios por atención médica, aunque el pasivo laboral supera el billón de pesos.
Y es que fue una medida para disminuir los efectos del desempleo esperado por el cierre previsto de empresas o por los recortes que habría debido a la crisis.
En septiembre de 2009 se alcanzó el mayor índice de desocupación laboral en México al registrar un nivel de 6.25 por ciento de la Población Económicamente Activa. El sector manufacturero fue el que más desocupación tuvo.

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