EDITORIAL
De futbol y de política.
El innegable triunfo del abstencionismo en estas elecciones, no solo se debió al miedo que la gente tiene de salir a las calles donde las matanzas entre organizados y desorganizados están a la orden del día, sino a que ya no les creen nada a los políticos. En otras y coloquiales palabras, “ya les vale”.
Las promesas incumplidas y los recientes hechos en los que la gobernabilidad y el Estado de Derecho han quedado tan seriamente cuestionados ante la opinión pública, terminaron por desilusionar completamente a los ciudadanos.
Los triunfos y las derrotas que tanto pre-festejan unos y otros, no son de ninguna manera una expresión de la voluntad del Pueblo, son el resultado de los arreglos y alianzas con los que, teniendo hasta testigos de “honor”, se reparten el Poder y sus beneficios, burlándose de la opinión de los ciudadanos. La “fiesta” de la democracia es una lucha entre ellos.
Algunos, los menos, al igual que creían que México podría ganar la copa mundial de futbol y así a ultranza la apoyaron, así, con la misma convicción (ingenuidad también cabría) han acudido a las urnas este 4 de Julio para hacer saber su voluntad y esperar un cambio.
La diferencia estriba en que quienes confiaron en la selección de futbol se desilusionaron a las primeras de cambio (como siempre) Y de los nuevos políticos y los nuevos gobiernos de alternancia, se irán desilusionando un poco después (como siempre). Pero nada cambiará.
Y si no lo piensan así, es cuestión de preguntarles a los tlaxcaltecas que han sido gobernados por el PRI, el PAN y el PRD, si han cambiado en algo para bien.
Pero la “fiesta” no ha terminado, falta lo que digan los Tribunales y sus honorables Magistrados.
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