Por: María Elena Álvarez Acosta
Hasta el momento, las acciones militares israelíes, desde que se fundó el Estado sionista, han estado en función de su expansión: ha agredido y ha despojado de la mayoría de los territorios a los palestinos y ha invadido a los Estados árabes fronterizos, fundamentalmente a Egipto, Líbano y Siria. Sólo en dos ocasiones ha actuado en nombre de destruir el programa nuclear de algún país árabe: en 1981, contra Iraq; y 2007 contra Siria.
Teniendo en cuenta estos antecedentes, llama poderosamente la atención los constantes pronunciamientos a favor de un ataque a Irán, hecho sin precedente en cuanto a su trascendencia. ¿Cuál es el objetivo de Israel? Eliminar a un contrincante que lo desafía en el área, por ser contestatario y ejemplo de referencia para las fuerzas que se oponen al Estado sionista.
EEUU e Israel coinciden en que en la región ningún país, que no sea Israel, tenga el arma nuclear. Por una parte, Israel considera inadmisible la paridad nuclear con Tel Aviv y, por otra, EEUU argumenta que está a favor de la no proliferación del arma nuclear ¿pero ese no es el pretexto?, ambos conocen que Irán no tiene el arma nuclear, aunque argumentan que podrá poseerla dentro de un año.
En otro sentido, parece que EEUU e Israel no se ponen de acuerdo en cuanto a los métodos a utilizar contra el país persa. Estados Unidos ha utilizado diversos mecanismos e instrumentos para presionar e intimidar a Irán, desde los procedimientos mediáticos, hasta la negociación, pasando por la presión militar. Mientras, Israel anuncia constantemente la necesidad de atacar a Irán.
¿Pero son diferentes las intenciones de Israel y EEUU?
Algunas fuentes revelan que desde enero de 2006 existe un plan para atacar a Irán, elaborado por las fuerzas conjuntas de Gran Bretaña, EEUU e Israel. Este plan se pondría en práctica cuando se agotara la "opción diplomática" en el Consejo de Seguridad de la ONU; parecería que Estados Unidos siente gran respeto por los organismos multilaterales.
Estados Unidos siempre tendrá un pretexto o excusa para enfrentarse a Irán, no precisamente porque considere que el país persa pueda construir el arma nuclear, sino por tres simples razones, pero también tres razones muy significativas para los intereses de EEUU: Irán ocupa un espacio de vital importancia en las relaciones de poder a nivel regional y mundial, que pasa por los factores geopolítico y energético, donde aparecen evidentes contrapartes que pudieran constituirse en dos eventuales bloques: EEUU y la Unión Europea frente a Rusia y China; el que controle al país persa domina la región de mayor tráfico petrolero en el Mundo (Mar Negro, Mar Caspio y Golfo Pérsico), además, ese país esencial para los poderes del momento, proyecta una política antiimperialista.
Por ello, aunque Obama este anunciando la posibilidad de conversaciones, mientras mantiene y arrecia las sanciones económicas y su presencia militar en la región, es poco probable que sus intenciones sean llegar a un arreglo negociado, pues las condicionantes impuestas a Irán son casi imposibles de cumplir, si este último quiere mantener su independencia y no convertirse de nuevo en el Irán del Sha.
¿Si Israel agrediera a Irán, EEUU se quedaría de brazos cruzados? No es probable, sobre todo si tenemos en cuenta el apoyo dado a Israel por parte de EEUU en las guerras y acciones contra los palestinos y los países árabes. La excepción fue la guerra de 1956 contra Egipto, pero el objetivo esencial de Washington fue desterrar a Gran Bretaña y Francia de la zona. Además, dentro de la agenda de Washington esta la opción militar.
Las divergencias entre Israel y EEUU son espejismos que, en última instancia, se resolverían. Las diferencias se manifiestan en aspectos tácticos y no estratégicos, motivado porque los objetivos de EEUU, socio mayor, pasan por su concepción imperial, y los de Israel, socio menor, se encuentran en reafirmar su supremacía en la región y su alianza como socio esencial de Washigton en el Medio Oriente.
Tal como están los acontecimientos, ni Irán, ni Israel, ni EEUU pueden ceder, los primeros, porque ello se revertiría en pérdida de soberanía, los segundos porque necesitan demostrar su papel de defensores de los valores occidentales, víctimas de las conjuras de sus vecinos y, los últimos, porque como potencia e imperio no pueden ceder ante las acciones de un país "rebelde".
Todo indica que el lobo se disfraza de cordero, pero no engaña a casi nadie, solo a los que quieren ser engañados.
Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/09/04/estados-unidos-e-israel-iran-en-la-mirilla/
Difusión: Soberanía Popular
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