Iniciativa Mérida está por Terminar
Por Gonzalo Lara
Con el Plan Colombia, entre 1998 y 1999, los Estados Unidos apoyaron con más de 7 mil millones de dólares, inteligencia, armas y tropas militares a la nación sudamericana para supuestamente eliminar a la guerrilla y abatir al mercado de la cocaína. Actualmente Colombia sigue a la cabeza entre las naciones productoras y exportadoras de esta droga y como una de las principales proveedoras de la misma al país que más la consume en el mundo, los Estados Unidos. El balance de este Plan dista de ser satisfactorio a más de 10 años de haberse instrumentado. Las supuestas relaciones entre la guerrilla y el tráfico de cocaína, y la corrupción de los gobiernos gringo y colombiano, dificulta aceptar como logros reales el asesinato de algunos líderes de las FARC, la liberación de rehenes o la relativa disminución de la violencia imputada a los cárteles, pues los beneficios que deja el mercado de sustancias prohibidas continúa arrojando inmensas ganancias a las altas y permeables esferas del poder colombianas y norteamericanas.
Hacia el 2008, la administración federal panista se ufanaba de que México tendría el honor de que Estados Unidos colombianizara la crisis de seguridad del país desatada por el presunto combate al narco con un plan similar al aplicado en Colombia. Pese a las voces de protesta ciudadanas y políticas en torno al riesgo al que se expondría la soberanía nacional con un programa de ayuda de corte intervencionista (si es que este país puede estar más intervenido y desoberanizado), la Iniciativa Mérida entró en vigor a partir de junio de ese año. El gobierno federal recibió la cantidad de casi mil 500 millones de dólares para luchar contra el narcotráfico. Los resultados están a la vista todos los días: miles de muertos, condolencias inútiles cuando conviene darlas, detenciones espectaculares mediatizadas, balaceras, levantones y ejecuciones, funcionarios acribillados, asaltos a instalaciones policiacas, fugas de reos y un crecimiento del descontento social como no se había visto en la historia moderna de la nación.
Para Calderón y sus comparsas, como reiteradamente lo confirman, el combate al narco es igual a más armas, más ejército en las calles y más policías, aunque ambas fuerzas trabajen cada vez más para el mismo enemigo que se supone que combaten.
Sin mucho alarde mediático, se anuncia en el TEC de Monterrey de la ciudad de México que la Iniciativa Mérida concluirá este año (qué lástima, se hubieran aguantado un poquito y la podían haber metido al cirquito llamado Iniciativa México). No hay refrendo: el vecino del norte no invertirá más millones de dólares en esta iniciativa. Sin embargo, amenaza con continuar colaborando-vigilando estrechamente el combate al narco en México, pues según Hillary Clinton, secretaria de Estado del gobierno norteamericano, el asunto toma tintes de insurgencia y el escenario político está cada vez más dentro de las intenciones de las grandes bandas de comerciantes exportadores de drogas del país. Su gobierno se mantendrá muy atentos, dice ella, como lo hizo y lo siguen haciendo en Colombia y en todo el continente, pero del combate al narco y al consumo de drogas en su territorio, ni una palabra.
Fuente: Machetearte
Difusión: AMLOTV
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