ARTURO HUERTA GONZÁLEZ
El sábado 2 de septiembre el presidente del Banco Mundial (BM) advirtió que la economía mundial se deslizará en este otoño “hacia una nueva zona de peligro”. Señaló que “la crisis financiera en Europa se ha convertido en una crisis de la deuda soberana, que tiene consecuencias graves sobre la unión monetaria, los bancos y la competitividad de algunos países”. Asimismo dijo que “Estados Unidos, debe limpiar los problemas con sus deudas y gastos y reformar el sistema fiscal para promover el crecimiento el sector privado”. En igual sentido, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Cristina Lagarde, advirtió sobre el riesgo de que la economía mundial vuelva a entrar en recesión de forma “inminente”. Dijo que “aún la podemos evitar. Las opciones de los gobiernos y los bancos centrales son menores que en 2009 porque ya han disparado gran parte de su pólvora. Pero si los distintos gobiernos, las organizaciones internacionales y los bancos centrales colaboran, evitaremos la recesión”. Instó a los países más afectados por la crisis a implementar medidas que fomenten el ahorro estatal y el crecimiento económico, con el objetivo de “evitar una inminente espiral descendente”.
En síntesis, los directivos de las principales instituciones financieras del mundo se pronuncian por que los gobiernos pongan en orden sus finanzas, fomenten el ahorro estatal, para así promover el crecimiento del sector privado. No se dan cuenta que si el sector público restringe su gasto, por debajo de lo que recauda para aumentar su ahorro, está metiendo a la economía menos de lo que saca de ella, por lo que ello contraerá la actividad económica, ya que tales países además enfrentan déficit de comercio exterior (comprar mas de lo que venden), por lo que el ingreso de empresas e individuos se restringirá, por lo que menos condiciones tienen para invertir y gastar, como para pagar sus deudas, y menos capacidad tendrán para pagar impuestos, y se restringirá a su vez la recaudación tributaria, por lo que seguirán las presiones sobre las finanzas públicas. El gobierno por más que trate de mejorar su ahorro para pagar deuda y no afectar a la banca, continuará sin poder cubrir sus adeudos, lo que aunado a los problemas de insolvencia que su política de austeridad ocasiona en el sector privado, la crisis bancaria se seguirá profundizando, así como la problemática económica de los países que sigan tales recomendaciones.
La posición del FMI y del BM de que los gobiernos ahorren (gasten menos de lo que recauden), implica ahondar los problemas de acumulación del sector privado, y llevarlo a mayores niveles de endeudamiento, en un contexto donde han dejado de ser sujetos de crédito, debido a los problemas de insolvencia que enfrentan. No entienden que en un contexto donde el sector privado no invierte, ni incrementa su consumo (por la caída de ventas, por los problemas de desempleo y caída de salarios, y menor capacidad de endeudamiento), y además no tienen viabilidad de incrementar exportaciones (porque no tienen competitividad, y porque el mercado externo se está contrayendo por las propias políticas de austeridad fiscal que todos ellos aplican), el gobierno no puede aplicar mayores políticas de austeridad, pues ello los llevará a una profunda recesión económica, y una crisis bancaria mayor.
La señora Lagarde recomienda a las naciones europeas más castigadas por la crisis de la deuda que eleven el capital propio de sus bancos para “que sean lo suficientemente fuertes como para soportar los riesgos derivados de la crisis de la deuda y del débil crecimiento”. Siguen sin entender que la capitalización de la banca no pasa por los recursos que los bancos centrales y los gobiernos les canalicen a este sector. Por mas recursos que le han dado al sector bancario desde 2008 a la fecha, sigue con problemas de insolvencia, y sin otorgar créditos a las empresas e individuos, pues no se ha incrementado el ingreso de los deudores, es decir, del gobierno, de las empresas y familias. Para mejorar el ingreso de los deudores, la política a seguir tiene que ser la opuesta a la que el FMI y el BM recomiendan. El gobierno debe trabajar con gasto deficitario a favor del sector público y de la generación de empleo, a fin de incrementar la demanda, para que así las empresas vean incrementadas su ventas e ingresos, y puedan invertir y generar empleos, para que aumente el consumo, y se genere un círculo virtuoso de crecimiento. Al mejorarse el ingreso de empresas e individuos, se podrá cubrir el pago de las deudas, como el pago de impuestos, por lo que se beneficiarán las finanzas del sector bancario, como del sector público. Para ello los gobiernos deben tener control soberano de su moneda, situación que no acontece en los países de la zona euro, lo que evidencia que tendrán que dejar dicho sistema monetario para poder salir de la crisis, situación que no acepta el capital financiero, ni el FMI, ni el BM.
Fuente: La Jornada de Oriente
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