miércoles, 7 de septiembre de 2011

El niño Miguel López Rocha murió por el arsénico del Santiago: consulado de EU


MAURICIO FERRER

“Un estado de negación”. Así calificó el gobierno de Estados Unidos la postura que asumió el gobierno de Jalisco, que preside el panista Emilio González Márquez, en la muerte del niño de 8 años, Miguel Ángel López Rocha, quien falleció en 2008 a causa de una intoxicación por arsénico derivada de haber caído a las aguas del río Santiago, a su paso por El Salto, según un cable que la organización WikiLeaksliberó ayer.

“Una alcantarilla atraviesa: La muerte de un niño llama la atención sobre río contaminado”, es el título del cable 08 Guadalajara 122, creado en el Consulado de Estados Unidos en Guadalajara el 14 de marzo de 2008 y desclasificado el 30 de agosto de 2011.

En el texto, el consulado estadunidense informó a la embajada de su país que Miguel Ángel cayó en 2008 a las aguas del río Santiago que cruza el municipio metropolitano de El Salto. La oficina detalló que en menos de dos semanas, el menor murió por las altas concentraciones de arsénico en su cuerpo y que las autoridades quisieron negar que la contaminación del río fue la causante de la intoxicación en Miguel Ángel.

“De cualquier manera, hay una fuerte evidencia de que el agua del río envenenó al niño”, según el cable.

El documento continúa con un apartado titulado Estado de negación. “La reacción inicial de las autoridades fue tibia. El gobernador Emilio González Márquez expresó su simpatía por los padres y declaró que ‘todos somos responsables’ por el lamentable estado del río Santiago. Javier Gutiérrez Treviño, presidente del Consejo de Industriales de Jalisco saltó a la defensa del sector privado, declarando que bebería un trago del agua del río para demostrar que no está contaminado con residuos industriales. El secretario de Salud de Jalisco minimizó los riesgos de la contaminación y circularon rumores maliciosos de varias fuentes de que la muerte de Miguel fue causada por el abuso doméstico, en lugar del agua tóxica”, se lee en el cable.

Tales observaciones sólo sirvieron para enfurecer a la opinión pública y para que la historia continuara en las primeras planas de los diarios locales.

“Las autoridades municipales admiten que ninguno de los millones de galones de aguas residuales que se vierten en el Santiago desde la región metropolitana se tratan o se limpian. Los agricultores locales indicaron que cultivos como el trigo ya no crecen cerca del río debido a la contaminación. En una encuesta, 40 por ciento de los habitantes de El Salto afirmó sufrir efectos en su salud a causa del río”, de acuerdo con el documento.

El consulado registró además que el gobierno estatal sólo quiso “cubrir el problema” con la construcción de un colector de 3.5 kilómetros sobre el río Santiago. La información estadunidense también hace referencia de una visita que hizo el entonces cónsul en Guadalajara, Edward Ramotowski, el 7 de marzo de 2008.

“El olor a podrido era casi abrumador y permeaba varias cuadras más allá de los bordes del río. Tambos oxidados de 55 galones con contenidos desconocidos flotaban entre el mal aspecto del agua negra. De color blanco grisácero, cubierto de espuma, el río descendía por la cascada del mismo nombre de la ciudad y se perdió a unos 100 metros de una escuela. El alcalde de El Salto, Joel González Díaz, dijo al Consulado General que durante los tiempos de lluvia, en verano y otoño, el olor es desagradable y penetra la ciudad entera”, documentó Ramotowski.

Como final, el cable de Estados Unidos termina con un apartado al que llama Una perla empañada, en referencia a la perla de Occidente como se le conoce a Guadalajara.

“Esta no es la única crisis ambiental que está causando que la imagen de Guadalajara como Perla de Occidente pierda su brillo. Aire cada vez más contaminado que supera los niveles de contaminación de la Ciudad de México es otra preocupación como lo es también la pérdida de espacios abiertos y zonas verdes para el desarrollo (...) el medio ambiente nunca ha sido una prioridad para los gobiernos de Jalisco y la Secretaría de Medio Ambiente del estado continúa recibiendo una porción minúscula del presupuesto oficial”, concluye el cable.

Fuente: La Jornada de Jalisco

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