Mexico DF. El gobierno de México propondrá cobrar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a rubros sensibles como alimentos y medicinas, una medida impopular que se sumaría a un alza de tributos a los más ricos en una reforma fiscal dirigida a elevar la débil recaudación en la segunda economía de América Latina.
Varias fuentes vinculadas con la iniciativa, que el presidente Enrique Peña Nieto prevé presentar en septiembre, dijeron que el objetivo es elevar los ingresos tributarios en unos 50 mil millones de dólares o 4 puntos del Producto Interno Bruto (PIB).
La reforma, que el Gobierno considera clave para impulsar la economía, incluiría extender el IVA del 16 por ciento a los alimentos -sobre todo los procesados- y a las medicinas, dejando exenta una canasta de productos básicos como frijol, tortilla o huevos, y medicinas de uso frecuente, dijeron las fuentes.
México ha discutido durante años si esos productos -actualmente con tasa cero- deben ser gravados con el IVA, el segundo impuesto que más recauda y que representa casi una tercera parte de lo que el Estado obtiene por tributos.
Especialistas consideran que esa es una vía expedita y segura para elevar la baja recaudación tributaria del país desde el nivel actual cercano a un 10 por ciento del PIB.
El Producto Interno Bruto de México fue de 1.18 billones de dólares en 2012.
El oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) llama ahora a aprobar sin tabúes varias reformas económicas clave que en el pasado fueron rechazadas por considerar que afectarían a los sectores más pobres del país de 117 millones de habitantes.
En el pasado, el PRI se opuso a la aplicación del IVA para alimentos y medicinas cuando el ahora ex gobernante Partido Acción Nacional (PAN), en el poder durante 12 años hasta noviembre del 2012, lo propuso.
En un esfuerzo para demostrar unidad y consenso en torno a las propuestas de Peña para "modernizar" la economía, el PRI tuvo que cambiar este año varios de sus documentos internos que antes le prohibían expresamente votar a favor del IVA en alimentos y medicinas.
Según cálculos de algunos legisladores, el hoyo fiscal en las finanzas públicas por mantener la tasa cero en alimentos y medicinas será este año de 1.2 por ciento del PIB.
Sacrificios para todos
Ahora de regreso a la presidencia que perdió en el 2000 tras haber gobernado la mayor parte del siglo XX, el PRI también planea proponer a los legisladores medidas dirigidas a que los más ricos paguen más impuestos.
"Una reforma hacendaria total, ortodoxa y clara implica sacrificios para todos", dijo el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo, del partido oficialista.
Según las fuentes, el techo del 30 por ciento de la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para personas naturales y para empresas, podría subir hasta un 37 por ciento para los que más ganan. No obstante, la tasa tope aún no está definida y podría ser menor.
El Gobierno también planea incluir en el proyecto un gravamen a las ganancias en la bolsa de valores, según las fuentes. La inversión en el mercado de capitales actualmente está exenta del pago de impuestos, no así en los instrumentos de deuda.
La iniciativa oficialista consideraría además suprimir regímenes fiscales especiales que permiten a cientos de grupos de contribuyentes pagar menos impuestos mediante subsidios o diferir el pago del ISR hasta por cinco años, además de las renegociaciones de créditos fiscales impagados.
Adicionalmente se baraja la posibilidad de eliminar las devoluciones fiscales que reclaman grandes empresas manufactureras de bienes que compran insumos con IVA pero cuyos productos llegan al consumidor final con tasa cero.
"La reforma va a transitar por la supresión de regímenes especiales, gravar las operaciones bursátiles, transitar de la tasa cero a exentos", dijo el diputado Tomás Torres, del Partido Verde Ecologista de México, una fuerza aliada al PRI.
Otro flanco que se atacaría es regularizar el pago de impuestos de los pequeños contribuyentes, cuya evasión fiscal se estima en más del 0.5 por ciento del PIB.
El PRI no tiene mayoría absoluta en ninguna de las dos cámaras legislativas y debe negociar la reforma sobre todo con el derechista PAN, que es proclive a estos proyectos, o con partidos pequeños.
El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), la otra gran fuerza política en el Congreso, está en contra del IVA a alimentos y medicinas, pese a haber firmado un pacto político con el PRI y el PAN para impulsar reformas.
El Gobierno también ha dicho que la reforma fiscal buscará, mediante incentivos, que empresas y personas pasen a la economía formal desde la informal, que le resta al país unos 4 puntos del PIB, según cifras de la Secretaría del Trabajo.
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