Ana Patricia Cisneros tiene 14 años, estudia y no tiene problemas legales, asegura su madre
HÉCTOR BRISEÑO
Transportistas pertenecientes a los sitios Amín Zarur y Miguel de la Madrid Hurtado, procedentes de la colonia Las Parotas, bloquearon desde el mediodía por más de seis horas los accesos al Centro de Readaptación Social (Cereso) de Acapulco y el cuartel de la policía estatal acreditable, ubicados en la calle del Futbol de la colonia Libertadores, para exigir la liberación de una adolescente de 14 años, la que, aseguraron, fue aprehendida por policías estatales durante la mañana de este jueves.
Los inconformes arribaron al lugar alrededor de las 12 horas a bordo de aproximadamente 60 vehículos compactos con los que bloquearon la vialidad, algunos de ellos portaban cartulinas con el mensaje: “Estatales secuestradores, suelten a la niña María Patricia”.
Ninguno de los transportistas, algunos de los cuales se taparon el rostro con una playera, quiso dar declaraciones.
Fue su madre, Margarita Mariche Suástegui, quien señaló simplemente que a su hija se la llevaron policías estatales a bordo de una camioneta, alrededor de las 9 horas, “cuando salió a hacer un mandado”.
La declarante, quien mencionó que es ama de casa, señaló que un abogado ya se encontraba en los juzgados haciendo los trámites correspondientes, aunque le explicó que su hija fue trasladada a Chilpancingo donde se encuentra el centro tutelar para menores, sin que le dieran una explicación de los motivos de su detención.
Expresó que “los vecinos vieron cuando se la llevaron los estatales pero no sabemos por qué razón”.
Agregó que “yo le pido a la autoridad que como menor de edad que me la devuelvan”.
La señora negó ser transportistas y manifestó que los operadores del volante acudieron en respaldo, pues son amigos de la familia.
Señaló que su hija, de nombre Ana Patricia Cisneros Mariche, estudia el segundo grado de telesecundaria y sostuvo que no ha cometido ningún delito y que nunca ha tenido problemas con la ley.
Debido al bloqueo los trabajadores de los juzgados adscritos al Cereso de Acapulco, no pudieron abordar el transporte para regresar a sus hogares y muchas personas tuvieron que trasladarse caminando, hacia el bulevar Vicente Guerrero.
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