Crece participación de niños y jóvenes en el narco: PGJEBC
En 2008, hubo más de 6 mil menores involucrados en actividades ilícitas y el primer trimestre de 2009 la cifra ya es de 3 mil 450, con casos de secuestro y ejecuciones, dijo el procurador estatal.
Tijuana, BC. Niños y adolescentes participan cada vez más en el negocio y los asesinatos de los cárteles del narcotráfico en México.
"El fenómeno delictivo cambió de tal suerte que estamos viendo jóvenes que están participando en la delincuencia organizada. Tenemos secuestradores, homicidas cometiendo ejecuciones. Estamos hablando de menores de 12 a 18 años de edad", dijo Rommel Moreno Manjarrez, el procurador de Justicia de Baja California.
En enero, dos adolescentes de Tijuana, de 15 y 16 años, fueron detenidos por el Ejército en una vivienda de la delegación La Mesa con 1.7 millones de dólares en efectivo y más de 50 kilogramos de heroína, cocaína y metanfetamina, valuados en 975 mil dólares.
Uno de los jovencitos dijo que el dinero y la droga pertenecían a su madre, que había salido de la casa a "realizar un mandado". Los jóvenes ahora están en el Centro de Diagnóstico para Menores de Tijuana bajo proceso penal. Ningún familiar o adulto los ha reclamado.
Cifras de la Procuraduría General de Justicia de Baja California revelan que los delitos de mediano y alto impacto cometidos por menores de edad se encuentran al alza.
En 2008, 6 mil 688 menores de edad se vieron involucrados en actividades delictivas en ese estado al norte de México, mientras que en los primeros tres meses de este año el número ya se ubica en 3 mil 450 casos.
Significa que los delitos cometidos en el primer trimestre del presente año representan el 51 por ciento de los que se registraron en todo el año anterior.
Para Moreno Manjarrez, ante el incremento de los delitos cometidos por jóvenes se requiere analizar los mecanismos de rehabilitación que se implementan.
Es necesario "reflexionar sobre el futuro que les aguarda, pues no son suficientes los esquemas que se aplican actualmente", indicó.
Pero no sólo entre los detenidos por el Ejército o la policía hay jovencitos. También se han presentado casos de adolescentes torturados y asesinados con saña.
El miércoles 7 de enero cuatro adolescentes de 17 años fueron decapitados y sus cuerpos abandonados en las calles del barrio Guadalupe Victoria de Tijuana.
A pocos metros de los cadáveres, la policía encontró bolsas de plástico negras con las cabezas dentro. Antes de ser decapitados, fueron torturados y golpeados por los agresores.
Junto a los cuerpos, la Policía Ministerial halló dos mensajes escritos en cartulinas. Uno decía: "Esto le va a pasar a todo el que diga que está trabajando para el Ingeniero". El segundo: "Atte. La Maña".
Extraoficialmente se conoce que El Ingeniero es Fernando Sánchez Arellano, sobrino de Benjamín y Ramón Arellano Félix, buscado por la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y por la Procuraduría General de la República (PGR) por dirigir la organización criminal que fundaron sus tíos.
Juan Manuel Molina, diputado del Partido Acción Nacional (PAN) y presidente de la Comisión de Seguridad y Justicia del Congreso de Baja California, dijo que, ante el involucramiento de menores en actividades de narcotráfico y secuestro, en el estado se legisló para aplicar mayores penas a los jóvenes cuando se trata de delitos de alto impacto.
Recordó que en 2008 se reformaron una serie de leyes para ampliar "de siete a diez años las sanciones que se les deben aplicar a los adolescentes cuando cometen ilícitos considerados graves".
Sin embargo, hay quienes, como Luis Carlos Haro, de 16 años, estudiante de preparatoria en el Colegio de Bachilleres de Baja California y militante de la organización Cuarta Internacional, consideran que aplicar mayores penas a niños y adolescentes no ayudará a frenar el problema.
"Por muchos años la postura del gobierno hacia los jóvenes ha sido de exclusión, de no tomarnos en cuenta. Ante los medios de comunicación anuncian programas en los que aseguran que, en medio de esta crisis económica, se está ayudando a los jóvenes, pero en la práctica es totalmente falso".
"El no tener trabajo y la falta de educación están provocando que muchos jóvenes se vean orillados a participar en actividades delictivas", afirmó.
"La única salida viable para ellos es la drogadicción y la enajenación. Muchas de las personas que han sido asesinadas, decapitadas, como si se tratara de una película de terror, son jóvenes de 15, 16 y 17 años. No nos están dejando alternativas".
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