miércoles, 15 de julio de 2009

El técnico y profesionista, mal denominado de confianza, por Ley tiene el derecho a constituir su sindicato

Un verdadero instrumento para reconstruir PEMEX

Fuente: Boletín No. 23 del Comité Nacional de Estudios de la Energía


La organización sindical es la única garantía de que se respeten los derechos
laborales de cerca de 30,000 especialistas de PEMEX

E n el 2001, llegaron los empresarios a PEMEX conducidos por Fox: Muños Leos -de la Du- Pont- como director, Calderón ya como Secretario de Energía, Othón Canales -proveedor de catalizadores- como asesor estratégico, Rafael Beverido –de la privatizada Negromex- como director de PEMEX Petroquímica, Bueno Torio -propietario de gasolineras y pipas en Veracruz- como Director de Refinación,

Luís Ramírez Corzo -representante de Solar Company a quien apuradamente por quienes manipulaban el colegio de ingenieros petroleros le otorgaron el Premio de Ingeniería Petrolera para justificarlo como director de PEMEX Exploración y Produción y Jorge Ocejo Moreno -del Consejo Coordinador Empresarial- como coordinador de asesores, entre otros. Nos decían a los representantes de 6,000 profesionistas que nos habíamos organizado en la Coordinadora Nacional para el Desarrollo de la Industria Petrolera (CONADIPME) - antecedente de la Unión Nacional de Trabajadores de Confianza-, que nosotros éramos ¡la columna vertebral de PEMEX!, que “era razonable nuestro reclamo de porque sólo a los funcionarios de nivel 39 para arriba se les había incrementado los bonos de productividad” y porque durante años nos habían
mantenido estancados con los topes salariales.

Primero nos pedían tiempo, pues explicaban que era el último trimestre del año y ya no había disponibilidad presupuestal. Al año siguiente, ya convertidos en Asociación Civil, nos salieron con que no éramos una figura ante la cual la administración de PEMEX estuviera obligada a dar respuestas de tipo laboral. Con movilizaciones logramos la renivelación de los compañeros de refinación, evitamos el recorte de miles de profesionistas desde 2002 y obtuvimos mejores condiciones de jubilación.

En mayo de 2004, negaron el registro sindical para la Unión Nacional de Trabajadores de Confianza de la Industria Petrolera de México (UNTCIP) solicitado en 2003 y con despidos y amenazas buscaron terminar con las justas y legales exigencias. La verdadera razón era la firmeza de los principios y propósitos con los que nació la UNTCIP: luchar en contra de la explotación irracional del petróleo y la privatización de PEMEX.

Con tal de evitar el crecimiento y triunfo de la UNTCIP, facilitaron el desarrollo de la ONTCIP (casualmente en su denominación solo cambió el término Organización en lugar de Unión) mediante la cooptación de tres representantes propanistas en las refinerías de Minatitlán, Salamanca y PPQ Morelos asesorados por la Secretaría de Gobernación, Abascal en la Secretaria del Trabajo y por el, en ese entonces, Gobernador Romero Hicks, favoreciéndolos con el Registro Sindical.

Cuando se percataron que desde la base de ONTCIP se pactaba la unificación con los integrantes de la UNTCIP, de inmediato reprimieron y sobornaron a la directiva registrada para que disolvieran su sindicato. Esto no sofocó la lucha pues buena parte de los fundadores de la CONADIPME y de la UNTCIP le dieron vida al Comité Nacional de Estudios de la Energía que cumplió un papel relevante en contra de la Reforma Energética y se ha convertido en un referente en la defensa del patrimonio y los trabajadores del sector energético.

Fue hasta el 2007, al rechazar la firma del Contrato Individual de Trabajo (CIT) -con el que prácticamente se hace declarar al personal profesionistas de que desarrolla funciones de confianza dejándolo en la indefinición jurídica-, que se conforma una base social que hace una nueva solicitud de registro sindical, reivindicando prácticamente los principios de la UNTCIP donde fundamentamos el papel protagónico de sus trabajadores y la necesidad de evitar el desastre al que conducen a la empresa, al patrimonio energético, a la capacidad técnica estratégica de nuestra nación y con ello a nuestra soberanía.

En junio pasado, la jueza María Soledad Rodríguez González, primera de distrito en materia de trabajo en el Distrito Federal, otorgó el amparo a los técnicos y profesionistas de PEMEX en contra de la negativa de Lozano, Secretario del Trabajo, para otorgar el registro sindical. Si bien esto no significa contar con el registro sindical, pues PEMEX solicitará una revisión de amparo y en contubernio con la Secretaria del Trabajo y Gobernación buscará alargar la respuesta, esto lo deberá resolver un tribunal colegiado antes de cerrar el año. Esto debe alentar a la participación y reorganización desde las bases en los centros de trabajo, pues mientras no actuemos, solo nos quedará la esperanza de que una o un valiente magistrado nos haga justicia en contra de quienes están acostumbrados a torcer la Ley; y veremos en nuestras narices como se nos desvanecen los derechos laborales básicos como un empleo estable, un salario justo o la jubilación.

Hemos comprobado que los gobiernos PRIANISTAS, en particular los empresarios y saqueadores del PAN en el gobierno, no tienen empacho en destruir el patrimonio nacional y los servicios públicos haciendo negocio de todo lo que se les pone enfrente; ni en pisotear la Ley del Trabajo y tratar de modificarla, sobre todo si es para lograr su anhelo más preciado que es disponer y exprimir al límite la fuerza de trabajo y contar con un gigantesco ejército de reserva para sus nuevos socios.

No fue suficiente el fraude electoral para asumir el poder. Sin embargo la situación económica y social se sigue agravando y las consecuencias de su política “moderna” y “globalizadora” ya alcanzaron a quienes aún tenemos empleo en PEMEX, CFE o LyF. ¿Es necesario esperar a que terminen de despedazar y entregar la industria petrolera y el patrimonio de los mexicanos a particulares y compañías extranjeras? Los ciudadanos han expresado su rechazo a la política depredadora de la derecha panista y a la izquierda electorera que no representa una alternativa para construir un futuro diferente para la nación, el pueblo y sus trabajadores.

Debemos dar el siguiente paso, que es organizarse cada quien en su trinchera. En el caso de los técnicos y profesionistas de PEMEX, valorar las implicaciones favorables para nuestro gremio y para el país, el hacer realidad un sindicato democrático que contribuya a la transformación de la política actual y la reconstrucción de la industria petrolera. De ahí que las coordinaciones que hemos mantenido en cada uno de los centros de trabajo con las asesorías de nuestros abogados, sea en las regiones marinas, sur, norte o en los centros procesadores, deben continuar y proceder a exigir se cumpla la ley laboral en México.

Nadie debe firmar el CIT, todos deben apoyar la obtención del registro sindical de los técnicos y profesionistas.

jhp.cnee@gmail.com

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