miércoles, 15 de julio de 2009

Felipe el Fallido II







Alejandro Encinas Nájera
Felipe el Fallido II

Entre los muchos perdedores de las pasadas elecciones, Felipe Calderón es el que más sobresale. En efecto, la estrategia del PAN se centró en poner en una disyuntiva al electorado. Se le preguntó si estaba o no con el presidente y a favor o en contra de su lucha contra el crimen organizado. La respuesta de las urnas fue un NO contundente. En los comicios intermedios ha predominado un voto de castigo al gobierno federal, el cual ha sido capitalizado por el PRI. Los que acudieron a votar, y sobre todo los que se quedaron en casa, le han otorgado a este partido, entre otras cosas, la facultad de decidir en qué se gastará el presupuesto y cuáles iniciativas prosperarán.

Quienes hace unas semanas estaban enfrascados en una guerra fraticida para obtener más votos, ahora se reencuentran. Necesitados el uno para el otro, afianzarán su pacto de cogobierno e impunidad. La renuncia de Germán Martínez fue el primero de una larga serie de gestos de buen entendimiento.

Como el sexenio de Fox, el de Calderón ha culminado con tres anos de anticipación. Como nuestra Constitución todavía no contempla la revocación del mandato, tendremos que aguantarlo los tres anos restantes. Eso sí, a la sombra de una desenfrenada sucesión presidencial. No salimos de una elección cuando ya estamos en otra. No dan descanso de la saturación proselitista, de la vacuidad de sus propuestas y de la frívola agenda política determinada por televisoras que ofertan productos presidenciables.

No está de más recordar que cuando Calderón recibió la constancia de mayoría de manos del Tribunal Electoral, y cuando fue a San Lázaro a rendir protesta, entró por puertas pequenas y custodiado por fuertes dispositivos de seguridad. Quería eludir como diera lugar a los ciudadanos que protestaban en contra de su imposición. Y un político que entra por puertas traseras, difícilmente podrá salir por la puerta delantera de la Historia. Quizá sea ésta la moraleja de este sexenio que acaba de culminar.

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