... Que nuestra alma exacerbada en esta tarde nublada fuerte se hizo escuchar. '¡¡SME, SME, SME...!!' fue de todos el clamor junto al ya conocido '¡¡Es un honor luchar con Obrador!!'.
Martín Esparza apareció y junto a AMLO en el templete se paró. Ahí, de pie, dos líderes: uno social, el más grande que actualmente en México hay y el otro sindical, con sus discursos tiraron las absurdas mentiras y justificaciones de FeCal.
Y AMLO no deja de insistir sobre el 2% por venir. 'No pasarán', avisa. Ni hablar: otra lucha se divisa contra poderes tremendos que todo pretenden cobrar, hasta la dignidad y la risa. ¿A dónde iremos a parar?
Es difícil y es muy duro y en esos obreros me miro. Son mi espejo, no porque yo sea una más de otro gremio, sino porque son obreros como somos muchos que necesitan su sustento.
Yo no niego la corrupción sindical, la vivo día con día y también estoy señalada como una 'burócrata' más, pero aún si ello fuera cierto (cosa que primero, les invito cordialmente, me tendrían que comprobar), lo que me enoja y me indigna es como con el SME se aplica justicia con parcialidad.
No puede llamarse a esto democracia mientras Romero Deschamps cuenta con avión privado y yates y Elba Esther tiene departamentos en Polanco y los 'Estates'.
La verdad es que el SME cometió varios pecados, el mayor es junto a AMLO haberse posicionado, revisión y modificación de tarifas al gobierno está demandando
y está descubriendo que la luz no se paga en casi toda institución federal y eso incluye a Los Pinoles, buhardilla del pelele fecal.
Las imágenes son las que hablan mucho más que las palabras. Aquí las dejo y este jueves, en el Angel: ahí nos volvemos a encontrar.
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Muchos desde temprana hora llegamos y esperamos, ocupando las mejores posiciones. Estaba vislumbrado que el lleno sería total...
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