DE PUERTO RICO CON AMOR

DE PUERTO RICO CON AMOR

20/10/09 -

Por: Francisco Rodríguez

HACE UNAS CUANTAS semanas, la inteligente periodista Dolia Estévez –quien lleva muchos años en Washington cual corresponsal de distintos medios--, se preguntaba en colaboración para El Semanario “¿a qué fue Felipe Calderón a Nueva York, donde ni siquiera pronunció un discurso ante la ONU o se entrevistó con Barack Obama?”

Reseñaba Estévez, asimismo, otros casos en los que, internacionalmente, México da pena ajena –así tituló a su colaboración--, a causa de la peculiar actitud escurridiza, tímida, inexplicablemente apocada del señor Felipe Calderón en los escenarios mundiales.

Al respecto la colega brindaba otro ejemplo. En el mismo viaje, el señor Calderón fue a Pittsburgh, en Pennsylvania, como invitado prácticamente de piedra a la tercera cumbre del Grupo de los 20, y su presencia pasó prácticamente desapercibida.

“Lo único que trascendió fue el texto preparado de su discurso sobre el Fondo Verde, esquema que ha venido impulsando sin éxito desde la primera Cumbre del G-20, en noviembre”, escribió Dolia.

Atenidos a la pluma de quien semana a semana atestigua el desfile casi semanal de jefes de Estado por la Casa Blanca desde hace un par de décadas, desde 2006 México se ha hecho chiquito en el escenario geopolítico mundial.

Peor todavía, de una posición sólida y respetada, el país comenzó a desdibujarse cual demandante de “enchiladas completas” hasta pedigüeño de ayudas asistencialistas enmarcadas en la intervencionista Iniciativa Mérida, cual reseñó este fin de semana José Carreño Figueras, otro experimentado ex corresponsal mexicano en Washington.

Escribió Carreño sobre un reporte presentado por Barry McCaffrey, quien fuese zar antidrogas en la Administración Clinton, lo que en el mismo señala el ex funcionario estadounidense: “México (nuestro segundo mayor socio económico global) encara un grave fracaso económico y una violenta lucha interna con una fuerza narcocriminal de cien mil personas. Esta lucha es central para la seguridad tanto de México como de Estados Unidos”.

Por ende, McCaffrey demanda que los recursos de la Iniciativa Mérida sean mayores y se entreguen a la Administración del señor Calderón de forma más expedita. Y así presenta a México cual menesteroso.

Críticas a la gestión calderonista van y vienen desde y hacia el extranjero. Y apenas si se responde con medidas casi bíblicas, como el “ojo por ojo…” En tal tenor es que entró apenas en vigor la visa para los visitantes canadienses, por ejemplo.

Y hasta en los escenarios cumbre del espectáculo.

Este fin de semana, apenas, el reguetonero portorriqueño apodado “Residente” –René Pérez, su nombre--, se irguió en ombudsman de los pueblos latinoamericanos, para cuyos mandatarios tuvo varias consideraciones.

Al mexicano Calderón lo instó dejar la inacción: “La gente no quiere campos de golf, ni aeropuertos, la gente quiere alimentos. Que el presidente se ponga a trabajar, ¡Viva México cabrones!”

Desde Puerto Rico –escala en Los Ángeles--, con amor…

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Fuente: Indice Político

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