Copenhague

Copenhague

Seguramente cuando estén leyendo esto, el resultado de la cumbre sobre el cambio climático de Copenhague estará escrito. Sabremos si se logró lo idóneo: un acuerdo ambicioso: traducido en el compromiso de una reducción de entre el 25 y el 40% de los gases efecto invernadero emitidos del 2020 en relación a 1990; justo, es decir que toma en cuenta a los países menos desarrollados; y vinculante, lo que daría fuerza jurídica a los compromisos.

Es muy común que la sensibilización sobre cuestiones ambientales, este referida a aquello de que “No hemos heredado la tierra de nuestros antepasados. La tenemos prestada de nuestros hijos". Si bien acompaño esta premisa, creo que nuestra conciencia ambiental debe construirse desde el presente.

Es ya reconocido en el campo de la salud ambiental la relación de padecimientos relacionados con el clima: golpes por ondas de calor, dengue, paludismo y enfermedad diarreica aguda (EDA), por mencionar algunas. Según un análisis de morbilidad por dengue y EDAs, realizado por el INE, por cada incremento o reducción en un grado centígrado, aumentan o disminuyen los casos en 4% y 5%; concluyendo que de no tomarse las medidas necesarias, con el cambio climático los casos de esta enfermedades se incrementaran. De acuerdo con el Dr. Fernando Díaz Barriga, uno de los principales especialistas en salud ambiental infantil en nuestro país, la vulnerabilidad geográfica está estrechamente relacionada con la vulnerabilidad de los niños frente al riesgo de padecer alguna enfermedad relacionada con una cuestión medioambiental y la morbilidad infantil, vinculada con el ambiente se debe principalmente a las infecciones respiratorias y gastrointestinales.

Es decir la discusión no debe colocarse en lo que estamos dejando, sino en el entorno ambiental al que estamos exponiendo a nuestros niños, niñas y adolescentes. El cambio climático está aquí... como lo está también el 2010, propongámonos en este año nuevo poner corazón, razón y empeño para hacer de la tierra un mundo apropiado para la infancia.

Fuente: El Periódico

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