La cumbre del cambio climático que se realiza en Copenhague, Dinamarca, desde el pasado 7 de diciembre, está por finalizar este viernes luego de la presentación de un documento rechazado, en principio, por las delegaciones de Tuvalu, Venezuela, Bolivia y Cuba por haber sido creado a puertas cerradas entre un pequeño grupo de países, que desde la presidencia del foro fueron calificados como "representativos".
La delegada venezolana, Claudia Salerno, manifestó "con indignación" que su país acoge con sorpresa el mal manejo con el cual ha sido llevada una cumbre tan importante para millones de personas en el mundo.
"Esta mano tiene tantos derechos como aquellos que llama (dirigiéndose al presidente de la cumbre) grupo representativo de líderes (...) No puede hacerse acuerdo por un grupo selecto de países (...) En este momento queremos saber si bajo la presencia y testimonio del Secretario General de la ONU (Organización de Naciones Unidas, Ban Ki Moon) se va a consumar un golpe de Estado a las Naciones Unidas".
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, manifestó que su país no acepta el documento de declaración que el presidente de la Cumbre sobre Cambio Climático presenta, además consideró una falta de respeto la actitud del mandatario estadounidense quien se "comporta como un jefe imperial".
El presidente Barack Obama, "anunció un acuerdo que no existe, es una falta el respeto a la comunidad internacional, se comporta como un jefe imperial", manifestó Rodríguez en el marco del cierre de la Cumbre de Copenhague (COP15).
"El documento que usted afirmó que no existe aparece, ahora hemos visto versiones que aparecen y se discuten en secreto" indicó la delegación cubana y aseguró que en las afueras de la conferencia la Comunidad Internacional negocia de manera transparente.
Por tal motivo, la "República de Cuba no acepta el proyecto de declaración que usted presenta", dijo el jefe de la diplomacia cubana al referirse a la presidencia danesa de la cumbre.
El gobierno de La Habana consideró como "insuficiente e inadmisible el texto del documento apócrifo", debido a que la meta de reducción de 2 grados es "poco y tendría consecuencias incalculables y un grave impacto en especies de la biodiversidad", explicó Rodríguez.
"El documento que usted presenta no tiene compromiso alguno de reducción de gases de efecto invernadero", en este sentido denunció que a puertas cerradas se negoció la reducción de 50 grados, tengo aquí estas versiones anteriores" que valdría la pena "hacerlo público en esta sala".
El diplomático manifestó que el texto de declaración no adopta medidas mínimas "que eviten la catástrofe", por tal motivo, el informe "es incompatible con el criterio científico mundial".
Cuba calificó de "vergonzoso" el documento y también "omiso y ambiguo" en relación con la reducción de "emisiones de países desarrollados", que son responsables del cambio climático.
Explicó que "el papel" no establece un compromiso por parte de los países desarrollados, "este papelucho ignora este concepto".
Asimismo, Rodríguez, dijo que para adoptar en un futuro el acuerdo de reducción de emisiones de gases, "debe tener vigencia el protocolo de Kioto", pues es "un segundo período" de dichos convenios.
El documento que presentó la presidencia "es el acta de defunción del protocolo de Kioto, que mi delegación no acepta", insistió.
Según el representante de Cuba, el proyecto omite el compromiso de "transferencia de tecnología" de parte de los países industrializados, convenido en la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el cambio climático.
"La delegación de Cuba protesta por las violaciones de la construcción anti democrática de esta conferencia" manifestó el Canciller, quien además calificó la reunión como "arbitraria, excluyente y discriminatoria".
Cuba protestó y se preocupó por "la restricción del acceso a los movimientos no gubernamentales a esta conferencia".
Por último, sumó su voz a los discursos de Venezuela y Bolivia, a cargo de los presidentes Hugo Chávez y Evo Morales, respectivamente.
"Nos sentimos sorprendidos y ofendidos por la metodología usada", dijo, en tanto, el delegado de Bolivia ante la Cumbre, pues aseguró que, en cuestión de minutos no se podría discutir un documento "que no hemos leído".
"Estamos acá tomándonos el derecho de decidir la vida de esos millones de personas (...) No nos parece respetuoso. No nos parece el espíritu de un mundo que debe discutir hoy el futuro de la humanidad. No podemos tener una hora de discusión para apoyar un acuerdo que no compartimos por la forma antidemocrática en que se está poniendo y planteamos a los pueblos del mundo que se juzgue este acuerdo, un documento que no expresa los casi dos años de discusión y el esfuerzo de quienes hemos trabajo acá (...) No vamos a decidir la vida de millones de personas en una hora", expresó el representante boliviano.
La delegación de Tuvalu, por su parte, manifestó que es importante tener resultados basados en la ciencia para lograr una reducción significativa de la emisión de gases de efecto invernadero que no dejen aumentar las temperaturas mundiales a más de 1,7 grados centígrados; pues afirmó que cualquier otro acuerdo "sería el fin de Tuvalu".
"No hay garantía de que el Protocolo de Kioto continúe después de este acuerdo", afirmó el delegado de la isla del Pacífico y agregó que aceptar este repentino acuerdo sería "como si nos hubieran dado 30 piezas de plata para vender nuestro futuro, que no está en venta".
Venezuela, Cuba y Bolivia, tres de los nueve miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), rechazaron este proyecto de acuerdo, algo que ya había sido anunciado por el mandatario venezolano, Hugo Chávez, en una rueda de prensa del bloque.
"No conocemos ninguna declaración. Los documentos de trabajo de dos años quedaron ahí congelados como la nieve. Sacar ahora un documento de la nada sería lamentable y vergonzoso", dijo Chávez.
Más temprano, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su satisfacción por el acuerdo conseguido tras más de doce horas de negociaciones en la capital danesa que culminaron con un encuentro entre EE.UU., Brasil, India, China y Sudáfrica en el que se forjó el pacto.
Obama reconoció que será "muy complicado" y "llevará un tiempo" cerrar un tratado que sea legalmente vinculante, algo que requerirá "más confianza" entre las partes.
Según Obama, el acuerdo logrado este día, no será legalmente vinculante pero sí hará que los países fijen sus objetivos de recorte de emisiones de gases contaminantes.
Fuente: TeleSur
Difusión: Soberanía Popular
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