martes, 26 de enero de 2010

¿Y los ciudadanos, apá…?


Marcela Gómez Zalce
¿Y los ciudadanos, apá…?

26 enero 2010
gomezalce@aol.com

• PRI-PAN y los matrimonios de conveniencia
• Y la incongruencia del PRD

La guerra política, mi estimado, es el momento en que la energía de una sola fuerza se presenta en su forma más seductora. ¡¡¡Cierren las puertas señoreeeeeees!!! El ambiente político se calienta a raíz de las célebres alianzas que han desencadenado voces a favor y en contra de los matrimonios electorales por conveniencia bajo la justificación de sacar al PRI del poder estatal. La idea sonaría atractivamente tentadora si México fuera un país donde existiera la democracia. Donde se respetaran las leyes, todas, incluyendo las electorales. Donde hubiera un Estado de Derecho y no el derecho del Estado para jugar a la manita sudada contra su aliado más importante y que cuenta con una divertida mayoría legislativa.

El debate sube de tono y polariza, my friend, cuando continúa en el contexto nacional el fantasma del haiga sido como haiga sido, que ha dejado estelas de agravios entre las lacritas amarillas y la PANdilla en el poder (del no poder) aferrada en buscar (three years later) el reconocimiento de que Felipe Calderón ganó en el 2006 contaminando aún más la mezcla explosiva con C-4 graduado.

Y documentando la histeria colectiva de la risa loca, en el interior de los mismos partidos políticos, PAN-PRD, hay incongruentes disparos de incontinencia verbal reflejando la falta de sintonía en mensajes no sólo para el electorado, sino entre los liderazgos locales y nacionales… que además pasan por el filtro de las designaciones de candidatos en tierras priistas, donde los gobernadores son la mano que mece esas cunas partidistas de interés.

Sin duda que la alternancia es sana y necesaria en este México desangrado por la rapiña, la corrupción, la impunidad y la mediocridad de nuestra clase política, pero se necesita una dosis de coherencia, lógica y sanidad mental para evitar tratar a la ciudadanía como una masa de imbéciles.

Y no es razón suficiente aventar irresponsablemente al reflector las urgentes necesidades de cambios a nivel estatal si la izquierda y la derecha tienen puntos irreconciliables en ideología y principios. ¿O qué pasará el día después de que salieron victoriosos del proceso electoral…? ¿Cuál será la plataforma…? ¿Cuáles las similitudes en el plan de gobierno…? Porque afirmar que las alianzas son para terminar con los cacicazgos locales es un testimonio bastante débil y frívolo ya que hay responsabilidades de este (des)gobierno que bien pudo dar un manotazo limpio sobre la mesa desde aquel aciago 1 de diciembre, yes? ¿Qué será de esos temas fundamentales que actualmente han desatado la intolerancia que divide aún más…? ¿Cómo se puede hablar de coaliciones y cogobierno si la raíz está podrida y despedazada…?

¡¿Y los ciudadanos, apá…?!

Esos que otorgan los votos para que después los boten esta bola de pasados, que sin vergüenza alguna (descalifican candidaturas ciudadanas) se ponen juntos el antifaz para asaltar el bolsillo de millones de mexicanos en medio de un shock financiero y la peor crisis económica (que vino de fuera), agravada por un mal diagnóstico de un pinche “catarrito” que suma escalofriantes cifras de pobreza al delicado ambiente social. O sea que para el asalto en despoblado al PRI y a la PANdilla sí se les quita la pena para llenar su chequera de intereses con nuestros impuestos.

El quid no es la alianza entre los amarillos y los azules contra los tricolores. (so let´s avoid playing stupid, although it´s tempting). El quid son los pactos y los acuerdos que se firmaron —porque hay estupendos papelitos— para aprobar… el engendro fiscal. Ese que selló la palabra y el compromiso de Los Pinos para atajar cualquier romance electoral, así que para qué tanto alarido estando el suelo tan parejo si han demostrado estar de acuerdo en las formas y el fondo del actual desmadre.

Si el (des)gobierno y la PANdilla pisotea, desacata e incumple su palabra, las lacritas tricolores ya les advirtieron con una sonrisa congelada que el que se ríe se lleva, y el que se lleva se aguanta.

Y el margen de maniobra política y de gobernabilidad se estrechará, es decir… se paralizará el wishful thinking de Felipe Calderón, comenzando con su original reforma política… y sus maravillosas secuelas.

¡Vengaaaaa!

Por la mirilla

El lamentable caso del jugador Salvador Cabañas acribillado en el Bar-Bar sin duda será uno de esos escándalos que salpicará a tirios y troyanos...
gomezalce@aol.com


Fuente: Milenio
Difusión: AMLOTV

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