“La violencia que se está promoviendo y tolerando por el gobierno, le ha servido a Felipe Calderón de pretexto para seguir militarizando al país sin resultados contrarios al crimen, pero sí restringiendo derechos a la población”, afirma activista.
La muerte de 16 jóvenes en Cd. Juárez, en lamentables condiciones, fue la gota que derramó el vaso, por lo que Organizaciones No Gubernamentales ya exigieron la renuncia de Felipe Calderón.
“Lo que se vive en la frontera no es una lucha contra el crimen organizado, y tampoco enfrentamientos entre bandas rivales, sino un terrorismo de Estado”, coincidieron la Asamblea Ciudadana Juarense y el Frente Nacional contra la Represión.
Además, acusaron al gobierno federal de enviar a grupos paramilitares a la frontera para operar contra el pueblo, “al que además desarman al catear casa por casa sin orden de un juez”.
Para el activista Julián Contreras, “la violencia que se está promoviendo y tolerando por el gobierno, le ha servido a Felipe Calderón de pretexto para seguir militarizando al país sin resultados contrarios al crimen, pero sí restringiendo derechos a la población”.
Durante una conferencia de prensa, a nombre de la Asamblea Ciudadana y del Frente Nacional contra la Represión, aseguró que “en Juárez se confirma una tendencia general que ya conocimos durante las ilegales guerras de contrainsurgencia en Centroamérica. Existe una relación íntima entre la militarización de las ciudades y los pueblos y la actuación de escuadrones de la muerte que tienen como fin último amedrentar a la población; así sucedió en El Salvador con estos grupos, en Nicaragua con los contras, en Guatemala con los kaibiles y en México con un grupo dentro del Ejército Mexicano que a la postre se convertiría en Los Zetas, que ha trabajado tanto con las policías federales como con los cárteles de la droga, dentro y fuera del Ejército”.
En este contexto, el activista repudió el que Calderón se guíe por una política criminal y aproveche los hechos violentos para mantener una guerra irresponsable contra el narcotráfico.
Reiteró que Calderón opera en Juárez a través de escuadrones de la muerte.
Además, pidieron al alcalde juarense, José Reyes Ferriz, así como al gobernador José Reyes Baeza, que si no pueden con el problema que dejen sus cargos para “que el pueblo se organice y salga adelante, ya que al pueblo nada más lo puede defender el pueblo”.
Asimismo, las organizaciones civiles también repudiaron la actuación del Ejército, quien en vez de detener a criminales, está para cumplir órdenes
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