Viernes, 09 de Abril de 2010 00:00Escrito por José Luis Garcitapia
CUERNAVACA. La diputada Lilia Ibarra Campos se convirtió en la primera víctima de los operativos de las fuerzas federales solicitados por los coordinadores parlamentarios de la 51 Legislatura del Congreso local y el jefe del Poder Ejecutivo, Marco Antonio Adame Castillo, para contener la ola de ejecuciones y ajustes de cuentas del crimen organizado.
Minutos después del ataque que el crimen organizado perpetró -el pasado miércoles por la noche- en contra de las instalaciones de la delegación de la PGR y la UMAN, que arrojó como saldo un policía muerto, la diputada fue detenida en la Paloma de la Paz por elementos del Ejército mexicano durante el operativo de cierre de la ciudad.
La legisladora, que viajaba en un vehículo propiedad del Congreso local, con iguales características a las usadas por los agresores de la PGR y la UMAN, fue obligada a descender del vehículo, junto con su acompañante, su esposo Luis Felipe Ocampo Ocampo y estuvo retenida durante varios minutos, tiempo durante los cuales fueron encañonados por los soldados.
La priísta, tras expresar su inconformidad con los operativos militares, sostuvo que fueron violados sus derechos humanos durante su detención, pues de nada sirvió identificarse como legisladora, mostrar la tarjeta de circulación de la camioneta del Congreso local y acatar las órdenes de los militantes.
Pese a que hasta agentes de tránsito municipal habían confirmado la procedencia del vehículo y la documentación (licencia de conducir) de su esposo, fue obligada a permanecer en el lugar hasta que llegó otro elemento con un rango superior y le ordenó que se fuera, que todo había sido una confusión.
Por último, anunció que presentará una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Fuente: La Jornada de Morelos
Difusión: Soberanía Popular
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