jueves, 8 de julio de 2010

VIVIR EN EL MÉXICO BRONCO

VIVIR EN EL MÉXICO BRONCO


Por: Claudia Rodríguez
Muchos son los analistas que se preguntan cuáles son las verdaderas causas por las que los mexicanos resistimos tantos abusos y corrupción de la clase política y empresarial y sólo nos quejamos cuando hay verdaderas razones para que se geste un movimiento social en exigencia de lo natural: Que los gobernantes trabajen para un bien común.



Existen disertaciones en términos históricos, filosóficos, sociológicos y hasta psicológicos para explicar al México bronco. Sin embargo, en estos días lluviosos, los mismos mueven a reflexionar que al mexicano le ha llovido “sobre mojado” desde antes de La Colonia.

Desde hace siglos nos caracterizamos por ser un pueblo guerrero, en donde las diferencias y los anhelos se arreglaban por medio de la furia y la sangre. Después nuestros colonizadores aplicaron la constante del terror para seguir la regla en la obtención de ganancias. Hoy, la situación en nuestro México no es distinta.

Inercia, costumbre o cultura, el hecho es que siempre los mexicanos -- aunque no de manera colectiva--, arreglamos nuestras diferencias con intimidaciones, aún en los términos legales. Ese es el México bronco.

Las guerras en el terreno político se siguen arreglando con violencia y hasta muerte. En el terreno económico, también hay zanjadas de por medio.

Si en los tiempos modernos, nos persiguen los fantasmas del magnicidio de Luis Donaldo Colosio y de tantos otros mexicanos que aspiraron o llegaron a la vida política como el caso de Rodolfo Torre Cantú, a unos días de ganar el gobierno de Tamaulipas, la verdad, es que nada es distinto a los tiempos del ayer.

Ejecuciones a manos del crimen organizado o por arrebatos momentáneos, igual, cortan vidas.

Vivimos en el México bronco, no hace falta una revuelta social. Esa, de llegar en el momento cíclico que corresponda, no hará más que conjuntar pasiones y exigencias.

Como muestra de lo anterior, ayer en San Pedro Totolapan, municipio cercano a la ciudad de Oaxaca, se presentó un botón del México que se enciende incluso con una pequeña chispa El presidente municipal de San Pedro Totolapan, Gerardo Jarquín Díaz y militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), asesinó de tres disparos de arma de fuego a un simpatizante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y lesionó a otro sujeto. ¿Los motivos? Una burla con etiqueta partidista.

Se dice que el asesino no toleró las expresiones burlonas y grotescas de los perredista Fructuoso Méndez Lucero y Cruz Rangel López, mismas que hacían alusión a la derrota del PRI a la gubernatura de Oaxaca. Al primero le costó la vida y al segundo, una lesión de bala.

El México bronco, de días lluviosos y tempestades por venir.

Acta Divina… En Cuautlacingo, Puebla, el presidente Felipe Calderón afirmó que el mensaje claro de las elecciones del domingo pasado fue el rechazo decidido a la violencia y un voto por la paz, por las instituciones y por la democracia.

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