Autoexiliado en Estados Unidos desde hace poco más de un año, el empresario y periodista radiofónico José Gutiérrez Vivó acusa al gobierno de Felipe Calderón de haber ejercido una “censura llevada al extremo” y responsabiliza de “la persecución del poder” en su contra al ex jefe de Comunicación Social de la Presidencia, Maximiliano Cortázar, al actual secretario del Trabajo, Javier Lozano, a la dirigencia del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radio (STIRT), encabezada por Ricardo Acedo Samaniego, así como a las autoridades del Seguro Social y del Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Entrevistado vía telefónica por Proceso, Gutiérrez Vivó niega que haya solicitado asilo político, “aunque tendría todo el derecho por haber sido víctima de una persecución del poder” que se agravó desde que en diciembre de 2006 denunció públicamente que Maximiliano Cortázar le advirtió que él y a su empresa Monitor que estaban “castigados” y que el nuevo gobierno federal panista estaría pendiente de su comportamiento.
En el último encuentro que sostuvo Gutiérrez Vivó con Cortázar, actual vocero de la dirigencia nacional del PAN, éste le advirtió que “al señor Aguirre no se le toca”, en clara referencia a Francisco Aguirre Gómez, directivo y accionista de Grupo Radio Centro, con quien Gutiérrez Vivó ha protagonizado un largo litigio de más de 9 años (ver Proceso No. 1651)
“Es públicamente sabido que el Grupo Radio Centro ha sido protegido por estos funcionarios del gobierno federal, no ha cumplido con las leyes, a pesar de que han perdido los tres juicios en su contra”, subraya Gutiérrez Vivó, quien el viernes 29 de junio de 2007 anunció el fin de 33 años de transmisiones ininterrumpidas de Monitor, programa radiofónico que innovó en la información política y se mantuvo durante varios lustros como el más escuchado en el cuadrante mexicano.
“Se nos murió Monitor. No estaba enfermo, pero se nos murió Monitor”, denunció Gutiérrez Vivó en aquella transmisión inusual, en la cual hizo un recuento de las presiones políticas y del boicot económico que se originaron en su contra desde que el gobierno de Vicente Fox lo acusó de haberse “convertido en perredista”.
A las presiones políticas, al litigio con el Grupo Radio Centro, a la suspensión de las transmisiones de las frecuencias 1110 AM y 88.1 de FM, se le sumó la huelga del STIRT, en donde intervino el secretario del Trabajo, Javier Lozano, favoreciendo a la dirigencia de este organismo, según recordó Gutiérrez Vivó a Proceso.
“Tanto Max Cortázar como Javier Lozano destruyeron todo, no sé si por voluntad propia o por órdenes superiores. Lo cierto es que ellos han sido los protagonistas de la clara persecución personal en mi contra”, sentenció.
Después de la suspensión de las emisiones de Monitor Gutiérrez Vivó entabló en la primera mitad de 2008 negociaciones con Multivisión (MVS) para integrarse a un nuevo proyecto de esta empresa, junto con la periodista Carmen Aristegui, quien también fue censurada en WRadio, empresa de Televisa.
Ante las distintas versiones sobre su incorporación a este proyecto, en noviembre de 2008 Gutiérrez Vivó puntualizó a Proceso que no se integraría a este proyecto “ya que estoy transitando por un momento en el que enfrento todas las cochinadas” de Grupo Radio Centro.
La última estocada al periodista y al grupo de reporteros que lo acompañaban sucedió el 2 de febrero de 2009 cuando autoridades del Sistema de Administración Tributaria (SAT) embargaron las instalaciones del Diario Monitor, en la colonia Doctores de la Ciudad de México, argumentando el incumplimiento del pago mensual de un convenio de la empresa.
Vetado en su Propio País
La desaparición del rotativo, el último medio que dirigió en México Gutiérrez Vivó, determinó lo que él califica como “un veto periodístico” que llevaron al cierre de todos los espacios disponibles y al silenciamiento del caso en la mayoría de los medios electrónicos e impresos.
“Ante todas estas situaciones de no tener trabajo, tuve que irme de México. Tuve que venir aquí desde hace un año en el punto más agudo de la persecución. Yo no soy responsable de ninguna de las acusaciones que se me achacan. Mis perseguidores se han dedicado a eso: a desorientar al público”, afirma Gutiérrez Vivó.
Sin precisar para qué empresa trabaja o en qué ciudad de Estados Unidos radica, Gutiérrez Vivó advirtió que está trabajando en un proyecto periodístico porque “finalmente mi razón de ser fue dedicarme a la información y es ahora cuando se requiere más que nunca la información sobre el país”.
-¿Está en una situación vulnerable jurídicamente? –se le cuestiona.
-No estoy de ilegal, estoy perfectamente en orden, con conocimiento de todo lo que sucede en mi país.
-¿Ha pedido usted asilo político?
-No estoy pidiendo asilo político, pero sí hubo y existe una persecución del poder en mi contra que enloquece a cualquiera.
“No puedo darme el lujo de estar vetado en mi propio país. Lo que estos señores del gobierno han cometido son delitos. Hay una responsabilidad muy grande que pende sobre su cabeza. Es persecución sistemática a un civil dedicado a la información. Es censura llevada al extremo”, afirma Gutiérrez Vivó.
El periodista también reflexiona sobre la crisis de imagen y de información que se ha generado en contra de México, a raíz de la escalada de violencia generada por la lucha contra el narcotráfico.
“La imagen de México en el extranjero se cae a pedazos. No existe información confiable. Hay muchos empresarios que dicen que ‘ni loco viajo a México’ ante el clima de inseguridad y de violencia”, advierte.
Tres Décadas y el Silencio
La primera emisión de Monitor se realizó el 1 de septiembre de 1974, bajo el auspicio de la compañía Radio Programas de México, propiedad de Clemente Serna Martínez, pionero de la radio comercial en el país, quien contrató los servicios de Gutiérrez Vivó.
En medio de programas radiofónicos dedicados a difundir música y radionovelas, Monitor fue pionero al introducir el concepto de noticiario matutino de larga duración, de 6 a 9 de la mañana, con llamadas telefónicas del público para quejarse del incumplimiento de las autoridades y la creación del concepto de la Red Vial, que convirtió el problema cotidiano del tráfico en la Ciudad de México en un tópico informativo.
Dos grandes coberturas informativas marcaron el éxito de Monitor: en 1978, el accidente de la plataforma petrolera Ixtoc, propiedad de Pemex, generó la primera cobertura aérea del programa radiofónico que llegó a tener a su servicio tres helicópteros, 30 automóviles y 20 motocicletas; y en 1992, la tragedia de las explosiones en los ductos de Guadalajara generó que Gutiérrez Vivó fuera uno de los primeros en responsabilizar a Pemex y no a la fábrica La Polar, a la cual acusaron inicialmente las autoridades.
La osadía de Gutiérrez Vivó y de Monitor provocó que el gobierno de Carlos Salinas descartara al grupo de Clemente Serna como posible concesionario de los canales 7 y 13 de Imevisión, en represalia por la cobertura informativa.
El primer debate electoral público en un medio electrónico se realizó en 1991 entre el entonces candidato panista a gobernador en Guanajuato, Vicente Fox, el perredista Porfirio Muñoz Ledo y el priista Ramón Aguirre. Fox buscó a Gutiérrez Vivó como uno de sus aliados durante la campaña electoral del 2000.
Paradójicamente, fue en la administración de Fox que inició lo que el periodista calificó como una “censura quirúrgica” en su contra, a partir del litigio que entablaron los Aguirre, de Grupo Radio Centro, y Gutiérrez Vivó, por el incumplimiento del contrato que firmaron en 1998.
El caso llegó al arbitraje de la Corte de Comercio con sede en París. Dos de los tres árbitros emitieron en enero de 2004 el laudo a favor de Gutiérrez Vivó ordenando a Grupo Radio Centro el pago de 21 millones de dólares a su exsocio como sanción por el incumplimiento del contrato de 1998.
Los abogados de los Aguirre desconocieron el laudo y se fueron a tribunales mexicanos. En paralelo, inició el proceso de cierre de espacios. En marzo de 2004 los propietarios de Radio Centro desplazan a Gutiérrez Vivó de las frecuencias de su propiedad. En enero de 2007, una mayoría de 5 ministros de la Suprema Corte de Justicia ratificó el laudo arbitral y le dio la razón al dueño de Monitor. Sin embargo, los 21 millones de dólares nunca llegaron.
A la asfixia económica se sumaron los adeudos de Gutiérrez Vivó con varios empresarios, en especial con Eduardo Henkel, donante en las campañas de Vicente Fox y de Felipe Calderón. Para pagarle el préstamo Gutiérrez Vivó le entregó a Henkel la frecuencia 1560 AM.
El 29 de junio de 2007 se suspendieron las transmisiones de Monitor y el 2 de febrero de 2009 se cerró el periódico que Gutiérrez Vivó adquirió en lo que fueran las instalaciones de El Heraldo de México.
Fuente: http://jenarovillamil.wordpress.com/
Difusión: Soberanía Popular
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