Dimiten 10 de 12 elementos, permanecen un comandante y el director
JUAN CARLOS G. PARTIDA
La mayoría de los policías municipales de Santa María del Oro, municipio limítrofe con Michoacán, renunciaron a sus cargos tras recibir amenazas del narco.
Según información de funcionarios municipales, 10 de los 12 elementos que conforman la dependencia municipal renunciaron desde el domingo y sólo permanecen en sus puestos un comandante y el director.
Se dijo que tras el enfrentamiento entre grupos de narcotraficantes que se suscitó el pasado viernes en una ranchería cuyo territorio se encuentra tanto en Jalisco como en Michoacán, los policías del municipio fueron intimidados.
El sábado siguiente un grupo de sicarios levantó a una persona cuyo cadáver se localizó en una carretera con al menos 20 impactos de bala; supuestamente las amenazas a los uniformados ocurrieron de nuevo luego del hallazgo.
Tal como sucedió en diciembre pasado en el municipio de Tecalitlán, los acontecimientos violentos obligaron a las autoridades a suspender las fiestas patronales en honor de la virgen de Guadalupe que se extenderían hasta el 12 de enero.
Por otro lado, en el municipio de Zapopan, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, el Ejército mexicano detuvo a un sujeto que portaba un lanzacohetes cargado.
Según información de la Décimoquinta Zona Militar el arresto se logró en la calle Puerto Chamela, de la colonia Miramar.
El inculpado, Rogelio García, de 32 años, viajaba en una camioneta Suburban cuando fue interceptado por el Ejército; también se le decomisaron un rifle de asalto M-15 con cinco cargadores, 235 cartuchos para fusil AK47, 147 balas para rifle AR15.
Fuente: La Jornada de Jalisco
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