FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA
Dicen en el PRD que la decisión de que Miguel Ángel de la Rosa no dejara la dirección estatal del partido y no asumiera el cargo de titular del programa de Atención de Adultos Mayores del gobierno del estado se tomó en Casa Puebla entre representantes del Poder Ejecutivo y Luis Miguel Barbosa Huerta, quien es el coordinador nacional de la corriente perredista Nueva Izquierda, con un objetivo claro:
Evitar que en Puebla avance la rebelión que Andrés Manuel López Obrador ha desatado hacia el interior del PRD en contra de Nueva Izquierda, la corriente que convirtió al partido del sol azteca en instrumento electoral del Partido Acción Nacional.
Y es que de sobra es conocida la animadversión de Miguel Ángel de la Rosa hacia López Obrador, y por ello se quiere garantizar que con su permanencia en el partido se evite que esta fuerza política en Puebla se contagie del ánimo de que el PRD se volvió un satélite del gobierno de Felipe Calderón.
Además, existe un marcado interés del grupo político que controla el Poder Ejecutivo el evitar que en Puebla crezca la ola de simpatías hacia el ex candidato presidencial, pues de sobra es conocido que el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas ve con buenos ojos que Marcelo Ebrard, el jefe del gobierno del Distrito Federal, pudiera ser aspirante presidencial, pero con una alianza entre el PRD y el PAN.
El próximo 17 de marzo concluye el mandato del actual presidente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez, y después de esa fecha el Consejo Nacional del partido deberá decidir cuando se tendrá que renovar las dirigencias estatales. Con ese esquema, parece que se garantiza la permanencia de Miguel Ángel de la Rosa la mayor parte del presente año.
¿Qué se negoció en Casa Puebla para que aceptara Miguel Ángel de la Rosa no dejar la dirigencia del PRD? No se sabe, pero tiene que ser algo muy poderoso, ya que el empresario desde hace varias semanas había empezado a organizar, en su despacho privado, los programas de trabajo con que llegaría al Programa de Atención de Adultos Mayores.
Al final se decidió que Benjamín Lobato se haga cargo del programa destinado a las personas de la tercera edad y que supuestamente, es una reproducción de las políticas públicas que el Gobierno del Distrito Federal ha instrumentado para ese sector de la población. Este personaje laboró con las gestiones de Marco Antonio Rojas Flores y Melquiades Morales Flores, es decir, es un político identificado con el PRI.
Sin embargo, para taparle el ojo al macho se decidió incorporar al programa a algunos miembros del PRD.
Se dice que Miguel Tamayo, de la corriente Izquierda Social, y Ariel Manelic García, de Nuevo Foro Sol, podrían entrar a laborar a esa área de gobierno.
Pese a lo anterior, sigue estando claro que al PRD no le dieron ni plato de lentejas a cambio de aliarse en Puebla con el PRD.
Hasta ahora, el PRD no tiene ninguna posición relevante en el gobierno de Moreno Valle y tal parece, que no la habrá en el mediano plazo.
¿Y de esa manera quieren frenar la rebelión de Andrés Manuel López Obrador contra los chuchos?
Fuente: La Jornada de Oriente
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