“Poco o nada” es lo que esperan los integrantes del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano (MMPV) de la comisión legislativa de Educación en el Congreso local, pues dijeron que los diputados que la integran son personas sin gran experiencia en el ámbito educativo, sin interés por el gremio y sumisos a los intereses de Juan Nicolás Callejas Roldán.
Por ello, desde ahora minimizaron y estimaron como insuficiente el trabajo que puedan hacer los diputados Octavia Ortega Arteaga, Minerval Salcedo Baca y Juan René Chiunti Hernández. “Los diputados que integran la Comisión de Educación en el Congreso local no tienen ni los merecimientos ni la representatividad popular o gremial para representar los intereses del magisterio”, establecieron los miembros del MMPV.
Señalaron que el caso de Octavia Ortega Arteaga, quien aunque lo niegue, forma parte de la Sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, bajo el cobijo de Juan Nicolás Callejas Arroyo, por lo que jamás iría en contra del autollamado “líder moral”.
Incluso, recordaron que durante las campañas electorales aprovechó la estructura delegacional de la Sección 32 del SNTE en el norte del estado para hacerla ganar en la elección por el distrito de Pánuco. En el caso de Minerva Salcedo, indicaron que la diputada ya dio muestra de que no le interesa la opinión del magisterio, y por el contrario respalda cualquier represión contra los profesores. “Ya vimos el día de la instalación de la nueva Legislatura, cómo llevó a la gente de Antorcha Campesina, grupo del cual forma parte, para golpear y enfrentar a los maestros, entonces nada bueno podemos esperar de esta diputada, pues lo único que sabe hacer es mandar a golpear a los profesores”, añadieron.
Mientras que de Juan René Chiunti, recordaron que ya fue dos veces presidente municipal y con esta dos veces diputado local, y nunca ha mostrado interés alguno por los temas educativos. Igualmente citaron que siempre militó en el PRI, pero cuando no le dieron la candidatura a presidente municipal por primera ocasión, entonces compitió por Convergencia, después se cambió al PAN, luego regresó al PRI y ahora bajo las siglas de Nueva Alianza, “nadie le cree” que realmente le interese defender la agenda educativa que postula dicho partido.
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