Fascismo presidencial

Fascismo presidencial

Calderón ha suspendido de tajo las garantías sociales de los trabajadores electricistas miembros del SME (Sindicato Mexicano de Electricistas). Lo ha hecho al mejor estilo de los padres del fascismo: Mussolini, Hitler y Franco.

Una vez que decidió pavimentar el camino para la privatización de la industria eléctrica, se arremangó la camisa y diseñó su estrategia para concretizar su sueño usando métodos fascistas: la propaganda, desprecio a la Ley, la violencia y represión policiaca.

Aprovechó el diferendo Intesindical surgido a raíz del proceso electoral pasado, para negarles la Toma de Nota a la planilla ganadora y dejar sin personalidad jurídica al sindicato, con el claro propósito de minar su capacidad de resistencia a los planes privatizadores.

En seguida implementó las enseñanzas de Geobbels: desplego´ una amplia e intensa campaña de desprestigio contra la Empresa y sus trabajadores. De improductivos, corruptos y privilegiados por su salario y prestaciones contractuales los tachó hasta la satanización.

Acto seguido emitió el decreto que asesina a la Empresa y al Sindicato violentando la Constitución Política, la Ley Federal del Trabajo (LFT) y el Artículo 4° transitorio de la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica, en el que se determina la constitución de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.

Conforme a la LFT las Empresas ya sean constituidas por capital privado o sector social u del Estado, no pueden cerrarse por decreto Presidencial y menos cuando se tienen convenidos Contratos Colectivos de Trabajo.

Aun en casos fortuitos o de fuerza mayor se debe seguir un procedimiento ante la Junta de Conciliación y Arbitraje correspondiente, para dar por terminada las relaciones colectivas de trabajo. Lo cual hasta el día de hoy 15 de Octubre del 2009 la Junta no se ha pronunciado en ese sentido, y aún cuando lo hiciera el SME tiene varios recursos legales para defenderse. En congruencia con ello, toda indemnización a los trabajadores argumentando en que ya no existen las relaciones colectivas de trabajo es falsa e legal, en dado caso confirma la vocación fascista del titular del Poder Ejecutivo Federal.