Julio Ricardo Blanchet Cruz
• Del gato encerrado…
13 enero 2010
jrbc@diariolibertad.org.mx
Cuando el Gobierno no da una clara información sobre hechos evidentes, como lo es la caída de un helicóptero o de un avión; antes al contrario, argumentando que no quieren que se modifique el lugar, impide que se tomen fotos o videos…
Hace que el asunto se vuelva sospechoso y da rienda suelta a los rumores, que pueden llegar de lo lógico a lo descabellado…
Y si al silencio oficial se le suman ingredientes delictivos como el velar féretros sin cuerpos, como sucedió en el caso de Ramón Martín Huerta, entonces secretario de Seguridad Pública y amigo cercano de Vicente Fox, que falleció al caerse el helicóptero en el que viajaba…
Sin soslayar el caso de Juan Camilo Mouriño, el español que siendo amigo cercano de Felipe Calderón fue nombrado secretario de Gobernación y que murió hace poco más de un año en un avionazo del que se dijeron cualquier cantidad de cosas, pero del que a ciencia cierta no se sabe nada…
Por lo que, con esos antecedentes, a los que podemos agregar la absoluta falta de credibilidad y confianza hacia todo lo que representa la autoridad, a nadie se le puede censurar que especule acerca del accidente en el que falleció Moisés Saba y su familia…
Finalmente, siempre hacen lo mismo, los resultados oficiales se tendrán dentro de algunos meses y dejan morir el asunto…
Cambiando de tema…
Sin que haya una explicación científica aceptable del porqué La Madre Tierra se calienta y se enfría, según el Premio Nóbel por sus estudios en el Centro de Ciencias de la Atmósfera, Carlos Gay, “La onda gélida es producto del cambio climático”.
No solo haciendo ver que el buen Perogrullo tenía razón (como la SCT que dice que el helicóptero de Saba se estrelló contra los árboles porque volaba muy bajo ¿?) sino el porqué están tan devaluados los otrora codiciados Premios. Después del Nóbel de la Paz a Obama; Yasser Arafat y Yitzhac Rabin, se quedaron chiquitos. Y en un descuido también se lo dan a Osama Bin Laden.
Sin embargo, Gay declaró que la posición que sostuvo México en la reciente Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Clima, allá en Copenhague, fue esquizofrénica.
Lo que de nueva cuenta pone en difícil posición a don Felipe, quien amante de la adversidad, según sus propias declaraciones, debe de estar de fiesta, pues ya parece costumbre que él diga una cosa y opinen lo contrario.
Lo cierto es que la falta de confianza hacia don Felipe es cada día más acentuada…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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