viernes, 29 de enero de 2010

'Somos las sospechosas'



'Somos las sospechosas'

Las tres jóvenes bajaron de un taxi. Intentaban no llamar la atención, pero sus atuendos y su anatomía no podían pasar inadvertidos: rubias, vestidas con pants aterciopelados de vivos colores, gorras con lentejuelas y enormes gafas oscuras.
Eran las mujeres más buscadas por la policía del Distrito Federal, las cubanas que habían convivido en el Bar Bar con “El JJ”, el presunto agresor del futbolista Salvador Cabañas.

Diana, Ismary y Anaís estaban solas, sin abogados, sin escoltas ni custodia policial cuando entraron a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) para rendir su declaración la noche del martes 26 de enero.

Su acento terminó por revelar su identidad.


“¿Usted sabe quiénes somos nosotras?”, preguntó una de ellas al policía auxiliar encargado de supervisar los ingresos al edificio.

El uniformado respondió que no.



“¿Acaso no has visto la televisión?, somos las sospechosas”, dijo Diana al tiempo que Ismary y Anaís se carcajeaban de manera estruendosa.

Reporte Índigo atestiguó el momento en que las tres bailarinas cubanas, Diana Hernández Díaz, Ismary Carballo Maset y Anaís Bárbara Leyva López, se presentaron en la oficina del subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas, Luis Genaro Vázquez, para ratificar su declaración ministerial.

Diez minutos antes de las ocho de la noche estaban ya en el primer filtro de vigilancia. No sabían a dónde iban ni quién las recibiría, así que optaron por explicar al vigilante de la entrada quiénes eran y el motivo de su presencia.

Entre risas y frases entrecortadas, porque entre ellas mismas se interrumpían, dieron detalles al policía.


Ismary y Anahí señalaban a Diana como si fuera la protagonista. Dijeron que ella era la rubia que aparecía en el video tomado por las cámaras del Bar Bar la madrugada del lunes, cuando Cabañas fue baleado en la cabeza mientras se encontraba en el sanitario.

Diana decía frases sueltas mientras se carcajeaba: “para la otra, me hago en los pantalones”, “todo, todo, por ir al baño”, “¿cómo creen que lo balacearon por mí?, eso es una mentira”, “es mentira todo lo que dicen”...

Para entonces, los vigilantes, recepcionistas y algunos guardaespaldas que esperaban a funcionarios de la procuraduría capitalina, se habían percatado de quiénes eran.



Ellas se sentían observadas, por eso llamaban la atención con sus risas, para luego cubrirse el rostro con las capuchas de sus sudaderas.

Al cabo de algunos minutos, el abogado que las acompañaría a su cita con el subprocurador llegó acompañado de otro hombre que portaba un traje de motociclista y un casco en la mano.

Por fin, las mujeres pasaron el primer filtro. Luego se registraron en la recepción para tomar los elevadores con destino al segundo piso, donde está la oficina del subprocurador Luis Genaro Vázquez.

Diana, la rubia que aparece en el video conversando con “El Paco” o “El Contador”, el hombre que presuntamente es escolta de José Jorge Balderas Garza, alias “El JJ” o “El Modelo”, vestía un conjunto deportivo rosa, gorra y tenis morados, y gafas oscuras.


Ismary, también rubia, vestía pantalones de mezclilla, gorra rosa, lentes oscuros, chamarra negra y tenis. Mientras que Anaís, de cabello negro y rizado, era la más discreta: vestía pantalones de mezclilla azul y una chamarra beige.

Noche de Bar

Diana Hernández Díaz, de 22 años; Ismary Caravallo, de 21, y Anaís Bárbara, de 23, llegaron a México el 10 de diciembre de 2009 provenientes de Cuba.

Las tres son bailarinas y fueron traídas de la isla para trabajar en un centro nocturno de la Ciudad de México, donde son parte de un espectáculo de baile regional cubano, según detallaron fuentes allegadas a la investigación del caso Cabañas.

En las declaraciones que rindieron en el Ministerio Público de la Fiscalía Desconcentrada en Álvaro Obregón, las jóvenes afirmaron no tener relación alguna con José Jorge Balderas Garza. Sin embargo, admitieron que sí lo conocían, pues era cliente asiduo del Bar Bar de Insurgentes Sur.

Explicaron que desde su llegada a la Ciudad de México en diciembre de 2009, ellas se volvieron clientes frecuentes del bar, de ahí que en alguna ocasión coincidieran con “El JJ”, presunto agresor del delantero paraguayo y ahora prófugo.

Las bailarinas señalaron que llegaron al Bar Bar como a la una de la mañana del lunes 25 de enero. Fueron recibidas por Carlos Fernando Cázares Ocaña, conocido como “Charly”, gerente del lugar, quien pidió a Ihosvani Díaz Díaz, capitán de meseros, que les asignara una mesa y las acompañara hasta su lugar.

Una hora después, las tres jóvenes fueron abordadas por el cuñado del futbolista del Club América, Amancio Rojas Hernández, quien les preguntó si ya sabían quién estaba en una mesa cercana a la de ellas, en alusión a Salvador Cabañas.

Al cabo de unos minutos, Amancio les ofreció boletos para que acudieran al partido que se jugaría el domingo 31 de enero. Estarían como invitadas en uno de los palcos.

Para las tres de la mañana, las cubanas ya se habían quitado los zapatos y bailaban sobre uno de los asientos que forman parte del mobiliario del lugar.

En ese momento, se acercó un hombre enviado por “El JJ”, quien quería invitarlas a su mesa. La respuesta de las jóvenes fue que estaban descalzas, por lo que el desconocido las cargó y las llevó a donde estaba José Jorge Balderas.

De acuerdo con el testimonio de las jóvenes cubanas, “El JJ” compartía su mesa con dos mujeres y tres hombres.

Alrededor de las cinco de la mañana, “El JJ” y su escolta, conocido como “El Paco” o “El Contador”, fueron al baño. Esa fue la imagen captada por las cámaras del bar.

Minutos después, Diana fue sola al baño de mujeres. Al salir, fue interceptada por “El Contador”, quien además de decirle piropos le pidió que le presentara a una de sus amigas porque le había gustado.

Esta versión es avalada por las imágenes difundidas por la PGJDF. En ellas, el presunto escolta toma por la cintura a Diana y conversan durante un momento.

Diana bajó las escaleras para reunirse con sus amigas. Después vino la confusión: vio que algunos hombres corrían y, de pronto, se encendieron las luces.

En ese momento se supo que el futbolista Salvador Cabañas había recibido un balazo en la cabeza cuando se encontraba en los sanitarios.

La historia fue dada a conocer en los primeros noticieros del lunes. Había más dudas que certezas. Todo fue especulación hasta que las autoridades difundieron las imágenes tomadas por las cámaras del Bar Bar.

A través de los videos proporcionados por la PGJDF la noche del lunes 25 de enero, Diana reconoció ante el Ministerio Público a “El JJ” y proporcionó las características físicas de “El Contador”, información que fue utilizada para elaborar el retrato hablado.

La noche del martes 26 de enero, las tres jóvenes salieron de la procuraduría capitalina escoltadas por dos elementos policiacos.

Sus rostros ya no eran los mismos. Ya no sonreían.

Las bailarinas cubanas fueron protegidas y trasladadas en vehículos particulares a la Fiscalía de Álvaro Obregón, donde ampliaron su declaración ministerial. Hasta ahora siguen en calidad de testigos.

Un pez resbaladizo

Encontrar la verdadera identidad del presunto agresor del futbolista Salvador Cabañas no ha sido tarea fácil para la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal porque “El JJ” o “El Modelo” ostenta al menos cinco sobrenombres o alias.

Por ello se sumó a las investigaciones la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno del Distrito Federal. Su misión es tratar de localizar a José Jorge Balderas Garza a través de sus movimientos financieros.

A pesar de que la PGJDF dijo que el presunto homicida se llama José Jorge Balderas Garza, los investigadores también buscan a Jorge Antonio Madrid González, Jorge Alberto Bustani Clarión, Maximiliano Peralta Sáenz y Jorge Díaz Treviño, que son algunos de los nombres que utiliza el supuesto empresario.

“Jorge” es el común denominador en casi todos sus alias. Así es como lo conoció una de sus parejas, Silvia Irabien, “La Chiva”, quien participó en el reality show Big Brother. Ella reconoció ante las autoridades que sostuvo una relación sentimental con “El JJ”, producto de la cual tuvo una hija.


La investigación se ha complicado porque los datos extraídos de Plataforma México señalan que el domicilio de “El JJ” es Playa Manzanillo No. 542, Colonia Santiago Sur, perímetro de Iztacalco. Pero esta información es falsa, ya que esa calle y número corresponden a la Colonia Reforma Iztaccíhuatl.

La Subprocuraduría de Averiguaciones Previas Desconcentradas ya envió oficios a las secretarías de Gobernación, Relaciones Exteriores, Hacienda, Seguro Social y Registro Civil, entre otras, para rastrear documentos emitidos a nombre de cualquiera de los cinco nombres que hasta el momento han sido vinculados con “El JJ”.

Además, solicitó a las compañías telefónicas y de televisión restringida que buscaran esos nombres en sus listas de suscriptores.

Mientras tanto, los testimonios de los empleados del Bar Bar dados a conocer por la procuraduría capitalina indican que José Jorge Balderas era un hombre muy conocido en el lugar y que siempre acudía escoltado por guardaespaldas que se apostaban a su alrededor.

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Arraigan a empleados del Bar Bar

En las primeras horas del jueves 28 de enero, siete empleados del Bar Bar fueron traslados al Centro de Arraigo de la PGJDF ubicado en la Delegación Azcaptozalco.

Todos ellos son considerados probables responsables en la tentativa de homicidio calificado en agravio de Salvador Cabañas Ortega.

Entre los arraigados están Carlos Fernando Cázares, gerente del bar; Farid Dib Cabrera, capitán de meseros; Ihosvani Díaz Díaz, capitán de meseros; Edgar López Luna, cadenero; los vigilantes Enrique Fitchtl García y Heriberto González Vargas, además del encargado del baño de hombres, Javier Ibarra Coronel, quien escuchó una discusión previa al disparo contra el futbolista paraguayo.

Hasta el momento, Diana, Ismarys y Anaís tienen estatus de exoneradas. Sin embargo, el Ministerio Público aclaró que en caso de ser requerido, podrán ser citadas de nueva cuenta a declarar.

Todo queda en familia… la de Televisa

Los hermanos Ramón y Simón Charaf Medina, propietarios del Bar Bar, serán citados a declarar en torno a las condiciones en las que operaba el establecimiento, que violaba el horario de cierre.

Su declaración se sumará a las de personajes de la farándula involucrados directa o indirectamente con la empresa Televisa.

Además de que el antro era punto de reunión de personalidades del espectáculo y los deportes, Simón Charaf fue esposo de la ex Miss Universo, Lupita Jones.

La víctima, Salvador Cabañas Ortega, es delantero del Club América, el equipo de futbol más importante de la cadena televisiva.

Y, por si fuera poco, el presunto agresor, José Jorge Balderas Garza, fue pareja de Silvia Irabien, “La Chiva”, quien participó en Big Brother y ya se presentó a declarar ante el Ministerio Público local para aportar información sobre “El JJ”.


La salud de Cabañas

El futbolista paraguayo se encuentra en condición de alto riesgo porque el edema cerebral ha seguido avanzando, lo cual pone en peligro su vida.

Los doctores que atienden a Salvador Cabañas han informado que lo mantendrán sedado hasta que ceda la inflamación del cerebro, donde quedó alojada la bala.

Ernesto Martínez Duhart, el neurocirujano que operó al jugador del América, informa continuamente sobre el estado de salud del delantero, quien es acompañado por su padre y su madre, quienes viajaron desde Paraguay, así como por su esposa, que también estaba en el bar cuando se dieron los hechos.

“Sigue grave, no ha pasado los riesgos de vida. Hoy vamos a ver su función y cómo está, no le podremos bajar la sedación. Por su seguridad, lo vamos a mantener sedado, y el riesgo sigue siendo muy alto porque a pesar del manejo, estamos viendo el aumento de la presión", dijo el especialista en el último reporte médico.

Fuente: Reporte Indigo
Difusión: AMLOTV

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