viernes, 29 de enero de 2010

¿un complot en el bar bar?


Horas después del atentado contra Salvador Cabañas, su esposa habló con una amiga cercana, a quien le relató lo acontecido en el Bar Bar. Presentamos el testimonio de esa amiga, quien lo contó vía telefónica para Reporte Índigo.


El 24 de enero pasado, la hermana de Salvador Cabañas y su esposo Amancio llegaron a la Ciudad de México procedentes de Paraguay.

Salvador y su esposa María Alonso decidieron agasajar ese domingo a sus familiares. Los llevarían a pasear, a comer a un restaurante campestre y convivirían en la casa del futbolista, ubicada en la Colonia Jardínes del Pedregal, al sur de la Ciudad de México.

Ya entrada la madrugada, Salvador, María y Amancio fueron al Bar Bar. La hermana de “Chava” no los acompañó porque está embarazada y prefirió quedarse en la casa del jugador.

Alrededor de la 1.30 a.m. llegaron al antro que el americanista suele frecuentar. Salvador y Mari, como llama de cariño a su eposa, bailaban y se divertían.

En cierto momento, el cuñado de Cabañas quiso capturar en su celular la imagen de una joven rubia que bailaba cerca de la mesa donde él se encontraba.

La chica cubana –a quien hoy se identifica como Diana Hernández– se aproximó a Amancio y le pidió que dejara de tomarle fotos. “No hubo un altercado ni nada. Inclusive después fueron como muy amables entre los dos”, relata una amiga de la esposa del jugador americanista.

Eran más de las 5 de la mañana cuando Mari le dijo a Salvador que ya era muy tarde, que era hora de ir a casa. Él estuvo de acuerdo y, antes de partir del Bar Bar, ambos fueron al baño.

Subieron las escaleras y se separaron frente a los sanitarios.

Cuando la esposa del futbolista se estaba lavando las manos, escuchó un disparo.

Tras el estruendo, la música paró de golpe.

María Alonso salió de inmediato para buscar a Salvador.

“Trata de salir ella del baño, y la chica ésta que te pasa las toallitas en este tipo de lugares no le permite salir del baño. La deja prácticamente encerrada, y hasta después –ella le calcula cinco minutos–, la dejan salir”, cuenta la amiga.

Cuando logró salir del sanitario de mujeres, Mari Cabañas –como también la nombra su amiga– intentó ingresar al de hombres. Pero esta vez no fue la mujer identificada como Angélica Mejía Morales, de 50 años, quien le impidió la entrada.

Una persona de seguridad del Bar Bar le ordenó que no entrara. Fue entonces cuando ella preguntó por Salvador. Le respondieron que él ya se había ido. Que había bajado.

Mari asumió que efectivamente su esposo ya estaba en la planta baja. Se aproximó a la mesa donde estaban sentados y le preguntó a Amancio por Salvador.

“Que no ha llegado, que fue al baño”, le contestó. Y ella le dijo que en el baño le habían dicho que no estaba ahí.

Pensaron que Salvador Cabañas había salido a pedir su auto, por lo que fueron a buscarlo fuera del bar. No lo encontraron.

Volvieron a entrar al lugar e intentaron de nueva cuenta ingresar al baño de hombres. “Luchan bastante fuerte con la gente de seguridad para que los deje pasar”, narra la amiga de Mari.

Cuando al fin lograron entrar, Salvador estaba “tirado, con sangre, pero ya habían hecho ellos todo el levantamiento de las pruebas”, contó María Alonso a su amiga.

Y ocurrió algo mucho más desconcertante.

María Alonso le comentó a su amiga lo que le habían dicho los de seguridad: “que ya habían llamado a la ambulancia… y que alguien de seguridad también le dijo a ella que tuviera cuidado porque habían intentado sacarlo del baño, llevarlo a la pista, a algún lado así, para aparentar que había sido una riña dentro del bar”.

La esposa del delantero le confió a su amiga que ella creía “que también los videos están alterados”. “Incluso si tú los ves –narra la amiga vía telefónica–, escuchas el balazo antes de que Salvador entre al baño”.

Agrega que Mari piensa que “puede haber una tercera persona implicada, que es la que ellos pueden estar encubriendo, porque Salvador no tuvo ninguna discusión con este hombre en la mesa, nada que pudiera darle a ella una idea que esto hubiera podido ser por alguna cosa”.

Con respecto a “El JJ”, presunto agresor de Salvador Cabañas, “Mari no recuerda haber tenido contacto con este hombre jamás. Pero que sí, la mesa de esa noche estaba muy pegadita a la de él. Estaba casi, pues cerquitita, estaba muy, muy cerquita…”, narra la amiga.

“Mari dice que esos que aparecen en el video son los guaruras, que no es el cuate este ‘JJ’…

“Ella recuerda haber visto a niños junior, con tenis carísimos, hijos de gente muy pesada… Ella está con muchas dudas de que ésa sea la verdad”, relata la amiga de María Alonso de Cabañas.

Fuente: Reporte Indigo
Difusión: AMLOTV

No hay comentarios: