Julio Ricardo Blanchet Cruz
• Desconcertante…
20 agosto 2010
jrbc@diariolibertad.org.mx
Ambivalencia es lo que provoca la peligrosa situación a la que hemos llegado por andar metiéndonos en cuestiones como los matrimonios gay y la adopción de menores por estas parejas, cuando ciertamente hay cosas mucho más importantes que abordar y resolver…
Por un lado está el derecho de la Libre Expresión, que debe ser absoluto; y sin soslayar que la mayoría de los mexicanos opinamos lo mismo de los Magistrados de la Suprema Corte; y en algunos casos lo decimos abiertamente (como en este espacio lo hemos hecho)…
Independientemente de que Juan Sandoval obedece a otros intereses que nada tienen que ver con nuestro México, pues de facto está al servicio de otro Estado; y de que lo legislado en materia es contra natura, pues en La Naturaleza la homosexualidad no existe…
Lo cierto es que para poder expresar un pensamiento con libertad, debe tenerse la calidad moral para respaldar lo dicho. Y el cardenal de Guadalajara, al igual que toda la iglesia católica, carece de eso…
Y sin poder obviar que si se cumpliera la Ley, al Cardenal deberían aplicarle el 33 por indeseable, toda vez que es un ciudadano vaticano…
Pero el que la demanda enderezada en su contra haya sido por la vía civil, sin otra intención que hacer que públicamente rectifique lo dicho, da una lectura de impunidad que raya en el miedo y la cobardía…
Y se puede adelantar que el arrogante sujeto de socrático rostro, ni aún perdiendo la demanda hará caso de lo que los jueces le ordenen. Por lo que solo se postergará la ignominiosa situación, que por lo visto, las Autoridades ya quisieran que se olvidara…
Sin dejar de acotar que el haber demandado al vocero del protector de pederastas, el tal Hugo Valdemar, en vez de haber demandado a Norberto Rivera Carrera, es punto menos que perder el tiempo…
En concreto, Relaciones Exteriores y su secretaria de utilería, que permanece convenientemente callada y al margen, debería de enviarle un comunicado al Vaticano para que calle a sus súbditos…
Solo falta saber si el Cardenal cumple sus amenazas y hace públicas las pruebas que dice tener con las que demostrará la corrupción de los Magistrados de la Suprema Corte…
Pienso que la provocación es deliberada y cuidadosamente medida; y que con esto más se envalentonará el sujeto de marras, quien seguirá adelante dando patadas de ahogado de una Institución decadente y perversa, afortunadamente cada vez con menos seguidores…
En cuanto al rostro socrático de Sandoval Íñiguez, es por la anécdota que relata Platón del encuentro del ateniense con un pitagórico, quien como respuesta a pregunta expresa de qué es lo que veía en su rostro (los pitagóricos conocían la ciencia hoy llamada biotipología) le dijo que en su rostro se marcaban las huellas de todas las bajezas del ser humano…
Sócrates le contestó una frase que ha través de la Historia se ha hecho célebre: “Usted me conoce, señor mío”…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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