Siete de cada 10 agresiones a periodistas y medios de comunicación provienen de funcionarios públicos, presidentes municipales y policías, por lo que es urgente tomar medidas de protección entre los fotógrafos y reporteros, afirmó Andrés Solís Álvarez, autor del primer Manual de Autoprotección para Periodistas en México, el cual se presentó ayer en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus Puebla.
En la presentación, Andrés Solís criticó la falta de compromiso del Estado y de algunas empresas para brindar seguridad al gremio periodístico en su ejercicio diario, ya que tuvieron que morir más de 60 trabajadores, la mayoría en el norte del país, para que el gobierno estableciera un protocolo de seguridad “del cual, a la fecha, no se ha visto nada”.
“El Estado tendría la obligación de brindar seguridad a todos los ciudadanos; la Constitución lo establece, pero si nos quedamos esperando, creo que va a pasar mucho tiempo”, mencionó el también ex coordinador del programa de libertad de expresión del Centro de Periodismo y Ética Pública (Cepet).
En entrevista con La Jornada de Oriente, Andrés Solís criticó la falta de conciencia entre los periodistas del centro y sur del país, quienes no han asumido la responsabilidad de protegerse de posibles agresiones, secuestros y atentados, como ha sucedido en estados del norte.
“Si vamos a Juárez, hay una conciencia muy importante de la seguridad, de cómo salir a la calle, en cambio si vas al DF parece que los reporteros se sienten ‘superman’. O lo que pasó en Puebla con la detención de –Sergio Villareal Barragán– ‘El Grande’, quien no provocó la más mínima intención de protegerse ante esa situación”, señaló.
Durante la presentación también participó Ruth Areli García León, directora del departamento de Mercadotecnia y Comunicación del Instituto Tecnológico, y Fermín Alejandro García Hernández, jefe de información de La Jornada de Oriente, quien afimó que no sólo existe la violencia física contra los representantes de comunicación, sino también la económica y psicológica, por lo que insistió en la necesidad de mantener la cohesión entre el gremio periodístico.
“Los periodistas debemos preguntarnos, ¿qué es lo que estamos haciendo en nuestro ejercicio diario para protegernos? (...) nos podríamos pasar mucho tiempo dando detalles de casos de agresiones a periodistas que no se han resuelto por la misma impunidad en las esferas públicas, pero también porque el periodista agredido sufre las agresiones de sus propios compañeros y de su empresa”, apuntó.
El Manual de Autoprotección para Periodistas es una recopilación de manuales y testimonios de policías, militares y periodistas que han estado en zonas de riesgo, como Colombia, los cuales fueron adaptados a la realidad mexicana con la intención de poder brindar algunas sugerencias para la cobertura de hechos potencialmente violentos.
Lo primero, explicó Solís, es la propia seguridad, estableciendo un criterio al riesgo que se está enfrentando y preguntarse cuál es el entorno, qué ves, qué no, cuáles son las posibles amenazas, rutas alternas a seguir.
Finalmente, la segunda parte es tener un conocimiento preciso de las habilidades, conocimientos y condición física, los cuales ayudarán a resolver casos de agresión.
Fuente: La Jornada de Oriente
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