martes, 8 de septiembre de 2009

2012: Se desata la guerra en el PRI





2012: Se desata la guerra en el PRI
JESUSA CERVANTES

Los principales grupos de poder priistas han tomado a la Cámara de Diputados como arena para disputar la prevalencia de sus respectivos proyectos, ya con la mira en 2012. Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña Nieto mueven sus piezas para afianzarse, pero han encontrado una tenaz resistencia entre los bloques estatales, que no están dispuestos a ser avasallados.

La existencia de diversas “expresiones políticas” en el grupo parlamentario del PRI, así como las decisiones tomadas por “un pequeño grupo” en el reparto de posiciones clave, han generado malestar y reclamos de bancadas estatales con fuerza propia en la Cámara de Diputados que advierten: de seguir así, se incuba una fractura.
Legisladores consultados por Proceso critican “la torpeza, el cinismo y la falta de operación política” de la directiva priista, que ha evidenciado la pugna por el poder a través del reparto de comisiones, de posiciones en la administración del Poder Legislativo y de cargos al interior del propio grupo parlamentario.
Jorge Herrera, diputado por Durango que aspira a ser candidato a la gubernatura el próximo año, reclama a su coordinador Francisco Rojas equidad en el reparto de comisiones, “porque nadie se va a dejar, y al final hay una lucha entre todos los estados y sus legisladores”.
A su vez, legisladores por Oaxaca que prefieren no ser identificados dicen que “a nosotros lo que nos interesa es el presupuesto para el estado, no sólo porque es uno de los más pobres del país sino porque tendremos elecciones, y ya basta del agandalle de algunos grupos”.
Un brote de inconformidad manifiesto, que luego pasó a ser un reclamo ante Francisco Rojas, surgió entre los autodenominados “diputados de tierra”, es decir, quienes hicieron campaña y ganaron su distrito electoral, al ser ignorados para elaborar la propuesta económica priista.
“Un equipo de iluminados se formó sin consenso alguno. En un principio no supimos quién los designó ni por qué no hubo reunión previa. De repente, ante el vacío que generó la falta de coordinador parlamentario, nos enteramos de que el Comité Ejecutivo Nacional nombró a un grupo de economistas. Después vino la agenda legislativa, y el día de la toma de posesión de Rojas, el 27 de agosto, le comentamos a nuestra presidenta nacional, Beatriz Paredes, que deberíamos estar trabajando en la agenda legislativa, pero su respuesta fue cortante: envíen sus propuestas a la Fundación Colosio”, relata un integrante de la bancada de Oaxaca.
Peor aún, ese grupo de “iluminados” responde a Enrique Peña Nieto, a Beatriz Paredes y a Manlio Fabio Beltrones, denuncian los oaxaqueños, y les reprochan que “no respetaron las expresiones políticas del PRI a nivel nacional, y ellos ya se consideran parte de la llamada burbuja”, reclaman.
Lo cierto es que las principales decisiones en esta fracción parlamentaria han sido tomadas por operadores de esos tres prominentes priistas, a quienes se suma gente cercana a Emilio Chuayffet Chemor. En medio de todos se encuentra el coordinador Francisco Rojas, quien es el vínculo entre cada uno de ellos y el expresidente Carlos Salinas de Gortari.
Por ejemplo, en el equipo económico se incluyó a Óscar Levín Coppel, identificado con Beatriz Paredes; Alberto Cano Velez, operador de Manlio Fabio Beltrones, y Luis Videgaray, cercano a Enrique Peña Nieto.

La rebelión

Al margen de las principales fuerzas, quienes se perfilan como un nuevo bloque de poder son “los del norte”, es decir, diputados por Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, además de los de Oaxaca y Veracruz, “los diputados de tierra”.
La semana pasada se encontraron en el lobby del hotel Presidente Chapultepec los diputados norteños. Ahí, Alejandro Cano, legislador por Chihuahua, secundado por algunos sonorenses, comentó su malestar por la forma en que operó la cúpula de la fracción parlamentaria al negociar la integración de la mesa directiva de la Cámara de Diputados.
El problema, dice, no sólo fue “el agandalle de los principales grupos del partido”, sino que además entregaron posiciones al PAN, que tendrá a tres representantes en ese órgano, mientras que el PRI se quedó sólo con dos: el vicepresidente Felipe Solís Acero, próximo a Beltrones Rivera, y la secretaria Georgina Trujillo, colaboradora de Paredes Rangel.
Los inconformes expusieron que “no es posible que los diputados plurinominales se estén quedando con todo. Ya estuvo suave que las vacas sagradas se lleven siempre todo. Esto es un agandalle”. Los legisladores norteños acordaron realizar “en breve una reunión de catarsis para tomar decisiones”.
Pasada la designación de los integrantes de la mesa directiva, el grupo de diputados por Oaxaca encontró otro motivo de malestar: la propuesta económica presentada por el PRI.
Según un legislador oaxaqueño, con esas recomendaciones “parece que nosotros somos el gobierno, y todo por la preponderancia de un grupo económico que parece tiene ganas de hacerle la tarea al presidente de la República”.
Aclara que la propuesta no está mal, “pero la crisis económica es un problema del Ejecutivo Federal, no del PRI”, sostiene.
El mismo legislador, quien ya en otras ocasiones ha ocupado este cargo, señala lo que para él es lo más preocupante: “estamos dejando de lado la política”, y explica:
“Nos estamos olvidando que si ganamos las elecciones –y hablo por quienes fuimos a hacer campaña– fue porque hicimos una propuesta política, no una económica. Estamos desdibujando el principal capital político de la fracción. Esto lo tiene que revalorar el coordinador.
“¿Qué es lo que va a pasar si seguimos dejando todo en manos de los versados en economía, si continuamos dejando fuera la política? Pues podemos correr el riesgo de repetir el desliz de Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, cuando él era presidente del partido y ella la coordinadora parlamentaria, que casi se van a favor del IVA en alimentos y medicinas. El resultado será una fractura al interior.”
Lamenta la iniquidad a la hora de conformar el grupo económico, pues se dejaron fuera las expresiones estatales, y advierte que “esto incuba algo que no es sano para el PRI, la fractura”, que ya se manifestó en una clara amenaza: la demanda de una auditoría a los millonarios recursos que manejó la anterior legislatura encabezada por el yucateco Emilio Gamboa Patrón, también cercano a Beltrones Rivera.
El lunes pasado, varios diputados de Oaxaca solicitaron acceso a las finanzas de la fracción y a golpe de vista detectaron un faltante de cuando menos 3 millones de pesos.
“Queremos que haya una auditoría externa, que se sepa en qué se invirtió. El asunto no lo queremos llevar fuera de la fracción, sólo necesitamos que nos muestren los documentos y que esto se esclarezca al interior. De ninguna manera estamos tratando de culpar a los salientes, sólo saber qué pasó con ese dinero y si hay más recursos ejercidos que pudieran no tener justificación”, reveló un diputado por Oaxaca.
En las últimas dos legislaturas, la bancada oaxaqueña se ha distinguido por ser un grupo de presión en la toma de decisiones. Hoy, una de sus pretensiones es que se les otorgue la secretaría de la Comisión de Presupuesto.
Varios legisladores que prefieren no dar su nombre cuestionaron también que la propuesta económica y la agenda del PRI en la Cámara de Diputados se presentara el mismo día en que Felipe Calderón ofreció un mensaje con motivo de su tercer informe de gobierno, como si la coordinación parlamentaria quisiera que “pasara desapercibida”.

El pastel

La disputa mayor al interior de la fracción del PRI es por el reparto de comisiones. Los priistas pretenden las presidencias en comisiones vitales, como las de Presupuesto, Vigilancia, Radio y Televisión, Comunicaciones y de Gobernación y Puntos Constitucionales.
Una de las más disputadas es, precisamente, la Comisión de Presupuesto, en la que buscan un lugar las bancadas de Oaxaca, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Sinaloa, Veracruz, Puebla, Tamaulipas y Tlaxcala.
El diputado por Durango, Jorge Herrera, fue explícito al reclamar equidad al coordinador Francisco Rojas, “porque algo sí es seguro, ¡nadie se va a dejar y al final la lucha va a ser entre todos los estados, sobre todo los que tienen elecciones!”.
Pero si las “expresiones de los estados” buscan participar en esta comisión, los líderes de los principales grupos pretenden encabezarla a través de Luis Videgaray (Peña Nieto), Alberto Cano Vélez (Beltrones Rivera) y Óscar Levín Coppel (Paredes Rangel). Y es que “el grupo que se quede con esa comisión tendrá un margen mucho mayor de operación política”.
La lucha por las presidencias de comisiones llegó al grado de obstruir a los contrincantes. Por ejemplo, Beltrones Rivera, quien mantiene un añejo enfrentamiento político con Emilio Chuayffet Chemor, propuso a través de María Esther Sherman que aquellos diputados que coordinen una bancada estatal no puedan ocupar una presidencia o secretaría de comisión.
El candado fue aprobado en un principio, pero en la última versión del reglamento interno de la fracción priista el tema quedó ambiguo, pues ya no se especifica dicho impedimento.
En cuanto a la Comisión de Vigilancia, a la que el PRI pretende darle más atribuciones, al igual que a la Auditoría Superior de la Federación, Beatriz Paredes impulsa a uno de sus operadores, Jorge Ramírez Marín, mientras que el gobernador entrante de Nuevo León, Rodrigo Medina, apoya a Marcela Guerra.
El pleito por el pastel no se limita al control de las comisiones legislativas: los puestos administrativos en la Cámara de Diputados y al interior del propio grupo parlamentario son motivo de discordia.
Por lo pronto, los “diputados de tierra” están molestos por la designación de Humberto Lepe Lepe (diputado cercano a Beatriz Paredes Rangel) como administrador del millonario presupuesto de la fracción. Y porque, a cambio de esta posición, el grupo de Beltrones mantiene la secretaría técnica de la Junta de Coordinación Política a través de Ángel Meixueiro.
Por su parte, Emilio Chuayffet busca mantener o mejorar sus posiciones en las áreas administrativas, conquistadas desde que fue el coordinador priista en la LIX Legislatura y ubicó a Guillermo Haro Bélchez como secretario general de la Cámara de Diputados. Este personaje podría pasar a la Auditoría Superior de la Federación, según lo negociado hace un par de semanas por Beatriz Paredes con Felipe Calderón, a fin de contar con “un auditor a modo”, reveló una fuente cercana a la gestión.
Chuayffet pretende que su grupo político recupere la gubernatura del Estado de México en 2011 con Ernesto Neme, actual secretario de Desarrollo Social local. Para ello, busca negociar otras posiciones que aún controla a través de Juan Monroy Olivera, en la Dirección General de Finanzas, y Carlos Pozos Zárate, en la Coordinación General de Eventos.
Otra expresión de la lucha por el poder dentro de la fracción mayoritaria en la Cámara de Diputados fue la presentación de solicitudes de licencia de 10 legisladores para que entraran sus suplentes. El tema fue aprobado por la Junta de Coordinación Política, donde Francisco Rojas dio su visto bueno, y por la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, con el aval de Beatriz Paredes, interesada en que los legisladores suplentes rindieran protesta antes de que llegue el paquete de Presupuesto de Egresos y Ley de Ingresos.
Entre los suplentes que entrarían de cambio, tres representan posiciones vinculadas a las televisoras: Alberto Ezeta Salcedo, Alejandra Lagunas Soto y Guillermo Cuevas Sada. Otros dos responden a Paredes Rangel: Julián Nazar Morales y Guillermo Ruiz de Teresa. Dos más son gente de Peña Nieto: Caritina Sáenz Vargas y Alejandro del Mazo.
Pero se les aguó la fiesta: panistas, perredistas, petistas y sorprendentemente también los priistas se negaron a aprobar las suplencias. El coordinador del PRI nada hizo para frenar el rechazo de su partido, por lo que Beatriz Paredes tuvo que enviar a su operador, Jorge Ramírez Marín, a proponer que el tema se discutiera otro día.
En tanto, el resto de las fracciones parlamentarias asisten al espectáculo de esta disputa sin revelar sorpresa. Para el petista Mario Di Costanzo y el panista Javier Corral, es evidente la división en el PRI, en la que cada grupo de poder está dejando en claro que tiene fuerza propia y no se dejará avasallar en el reparto de posiciones.

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