Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
ARTURO ALFARO GALÁN
El Nodo de Derechos Humanos presentó el día de ayer el primer censo de presos políticos en la entidad que registra un total de 74 casos en lo que va de la década. La mayoría de estos reos de conciencia fue liberada, pero 15 más permanecen tras las rejas, informó Eduardo Almeida Sánchez, vocero de la organización no gubernarmental.
Del total de reos políticos, 52 personas corresponden a la administración estatal del gobernador Mario Marín Torres, mientras que el resto forma parte de las detenciones que heredó de los mandatarios Melquiades Morales Flores, Manuel Bartlett Díaz y Mariano Piña Olaya. Las personas registradas han sido encarceladas “de manera injusta” por defender sus ideales y participar en movimientos sociales.
“El gobierno que estamos viviendo –de Mario Marín– es un sistema profundamente corrompido, que encarcela a las personas de manera injusta con la intención de desarticular los movimientos sociales que han denunciado múltiples carencias, irregularidades y abusos por parte de las autoridades locales, aunque el discurso del gobierno es que no existen presos políticos, la verdad es que cada vez crece más esta represión a los intereses del pueblo”, señaló Almeida durante una rueda de prensa.
De acuerdo con el censo estatal, los 74 individuos, que son considerados como presos políticos en la entidad, se suman a las más de 850 personas encarceladas en el país desde el año 2000 a la fecha.
El último caso sucedió el pasado 10 de junio de 2009, cuando los integrantes del Consejo Democrático Magisterial Poblano, Mariano Rolón Castelán, Marcos Manuel Morales Espíndola, Evaristo Mateo Hernández y Lourdes Valderrabano Teresa, entre otros, fueron detenidos por unas horas en la Procuraduría General de Justicia después de participar en una marcha pacífica en el Centro Histórico.
El representante del Nodo de Derechos Humanos explicó que el censo presentado ayer no incluye a los poblanos que han sido torturados, desaparecidos, asesinados, hostigados y amenazados, en el mismo periodo, pues de lo contrario “habría cientos de registros que demostrarían la actual represión de Marín”.
La campaña para la liberación de presos políticos en México forma parte de un proyecto a nivel nacional que recorre los estados que han sufrido más represión social como Campeche, Chiapas, estado de México, Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Tamaulipas, Morelos y Puebla con la finalidad de “luchar en contra de la indiferencia” y “develar la infamia” ejercida por las autoridades federal y estatal contra los movimientos que ejercen algún tipo de presión hacia los gobernantes en turno.
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