viernes, 9 de octubre de 2009

Un milagro en el 2011.

El gobierno federal parece estar elevando más que oraciones para devolverle la fe al PAN en el 2012.

Muchos temen que los dineros de fideicomisos y "guardaditos" se estén reservando para levantar la economía un año antes de las elecciones en lo que se conocería como...

Por Ramón Alberto Garza.09 Oct 2009. En Reporte Brain Media

De ahí la urgencia de un plan alternativo que creara las condiciones necesarias para garantizar que en el año previo a las elecciones se diera un crecimiento que reviviera la esperanza en el partido en el gobierno.

El contraciclo económico que se aplicaría en 2009, que incluía un súperplan de infraestructura y la aplicación de "guardaditos", simplemente se pospondría hasta 2011.

Se asumirían las caídas de los ingresos petroleros, la baja en la recaudación fiscal y los descensos en remesas y turismo. Y se buscarían los mecanismos, no para aplicar los "guardaditos" que se quedarían "guardaditos", sino los mecanismos fiscales para elevar la recaudación y cubrir sin contraciclos los faltantes.

De ahí surgió la urgencia de ajustar el paquete fiscal con el impuesto del 2 por ciento para el Combate a la Pobreza y los incrementos en el Impuesto Sobre la Renta.

De la noche a la mañana, el discurso del "Presidente del Empleo" pasó a ser el discurso del "Presidente de la Pobreza".

¿Dónde quedaron las políticas contracíclicas de 2009? ¿Por qué si existe una crisis de finanzas públicas, el presupuesto del gobierno federal para 2010 incluye un crecimiento de 5.3 por ciento para gasto corriente?

DE FIDEICOMISOS Y DISPONIBILIDADES. Durante los últimos sexenios, la Secretaría de Hacienda y distintas dependencias federales vienen usando -y abusando- de las figuras de los fondos, los fideicomisos, los mandatos, las comisiones y otras formas de concentración de recursos.

Bajo estas figuras legales -o legaloides-, opacas y grises, se esconden recursos públicos que el gobierno genera de manera excepcional y extraordinaria.

Esto incluye decomisos fiscales, contrabandos y la incautación de cuantiosas sumas de dinero y bienes al crimen organizado.

Pero también están los apoyos excepcionales que otorgan al gobierno mexicano algunos organismos internacionales.

O incluso las multas, llamadas penas convencionales, o intereses moratorios que las dependencias federales aplican a proveedores y contratistas incumplidos.

Por ejemplo, ¿alguien sabe el monto y destino de las multas que aplica el Seguro Social a sus proveedores de medicamentos e insumos, y que alcanzan hasta 10 por ciento del monto de sus millonarios contratos?

El común denominador de todos estos recursos que el gobierno decomisa, incauta, recibe como multas o le llegan por organismos internacionales, es que no pasan por la fiscalización pública.

Es decir, no están sujetos a ser revisados ni por el Congreso ni por la Auditoría Superior de la Federación, porque no están dentro de las asignaciones presupuestales.

Pero los miles de millones ahí están. De hecho, la presunción es que el monto de estos recursos, sumando todos los fideicomisos, disponibilidades y guardaditos, pudiera ascender a unos 250 mil millones de pesos, que es casi el monto del llamado "hoyo fiscal" presupuestado.

La Auditoría Superior de la Federación ha detectado que se han conseguido financiamientos internacionales para proyectos y obras ya realizados, incluyendo el reporte poco transparente y desordenado de créditos que recibe la banca de desarrollo mexicana en el exterior.

También parece existir poca o nula transparencia en el intercambio de pagares del IPAB (Instituto para la Protección al Ahorro Bancario), sin que hasta el momento se sepa cuánto se ha recuperado de ese rescate bancario.

Menos se sabe cuál es el monto de los recursos que están en los fideicomisos que se crearon para recuperar cientos de miles de créditos que debieron ser contabilizados entre 2005 y 2008.

Por eso, algunos legisladores están inquietos. Porque tienen fundadas sospechas de que la poca transparencia de los fideicomisos, disponibilidades y "guardaditos" se está prestando para un manejo político de las finanzas públicas.

Y que lo que sería aplicado este año, después del resultado electoral del 5 de julio, se habría transferido para su aplicación hasta 2011, con el respectivo acumulado de 2010.

Estos recursos extraordinarios permitirían un repunte de la economía interna que se reflejaría en un crecimiento importante que traería un clima de bienestar, precisamente el año previo a la elección presidencial

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