viernes, 20 de noviembre de 2009

El caso no ha muerto


Por Anabel Hernández - Icela Lagunas
20 Nov 2009
Seis días antes de que falleciera “El Apá”, fue señalado en un testimonio como secuestrador. Sus presuntas víctimas siguen esperando justicia.



La noche del 31 julio de 2008, en la Colonia Villa Panamericana, de la Delegación Coyoacán, se encontró un vehículo abandonado. En la cajuela estaba el cadáver de una persona con un letrero que decía: "por no pagar. Atentamente La Familia".

En ese momento, la opinión pública pensaba que era un ejecutado más. En unas horas, el descubrimiento de la identidad de la persona encajuelada sacudió a la opinión pública mexicana. El hecho se volvió paradigmático en la historia de la industria del secuestro en nuestro país.

Se trataba del menor de 14 años Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí, quien había sido plagiado el 4 de junio de 2008 junto con su chofer Jorge Palma Lemus y su escolta Cristian Salmones Flores cuando se dirigían a la escuela del niño.

Tiempo después, por el testimonio del escolta sobreviviente, se supo que fue secuestrado en un supuesto retén instalado por elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI).

Dicho retén estaba encabezado por Lorena González Hernández, entonces subdirectora de Secuestros y Robos de la Policía Federal Preventiva (PFP). Justo en esas fechas, ella estaba haciendo operativos, según reconoce en su declaración ministerial, y no realizando tareas administrativas, como quisieron hacer creer sus familiares y amigos.

El caso alcanzó su clímax con la marcha "Iluminemos México", que se llevó a cabo el 1 de septiembre de 2008. Los participantes coreaban la consigna "si no pueden, renuncien".

El secuestro de Fernando Martí es uno de los más impactantes de los últimos años. Puso en evidencia la participación de servidores públicos como miembros activos de bandas de secuestradores, así como la negligencia de autoridades federales y locales.

Y eso no es todo. A la hora de fincar responsabilidades, el caso Martí confrontó a las autoridades policiacas del Distrito Federal con las de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP). A tal grado, que debido a estas rivalidades, todavía no hay un solo sentenciado.

Uno de los principales indiciados, Sergio Humberto Ortiz Juárez, alias "El Apá", ex policía de la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIP) y ex comandante de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), está muerto. Y con él se llevó su confesión, ya que nunca pudo, o nunca quiso, declarar ante las autoridades, ni las federales ni las locales.

Fue detenido el 22 de agosto de 2008 dentro del Hospital Regional 2 del IMSS de Villa Coapa. Estaba internado por un supuesto "asalto" que había sufrido al circular por Calzada Miramontes, según la versión de su familia.

Sin embargo, Edgar Ayala Martínez, el primer sentenciado por el Caso Martí, confesó que él había prestado la motocicleta a quienes dispararon a "El Apá". Todo fue por un ajuste de cuentas entre los miembros de una banda de presuntos secuestradores porque no se había repartido el botín de uno de sus secuestros.

Todos dicen estar sorprendidos por la muerte de "El Apá", pero desde el 23 de septiembre de 2008, los reportes médicos del IMSS señalaban que estaba en peligro de muerte por las secuelas de los disparos.

"Pronóstico: Malo para la función debido a que las lesiones son permanentes, el riesgo para la vida es alto derivado de la falta de movimiento y déficit neurológico lo cual lo puede llevar a complicaciones de gravedad diversa lo que concluirá irremediablemente en un desenlace fatal en plazo no determinado lo cual puede ser de meses o años", señaló el doctor Francisco Rivera, subdirector médico del Hospital Regional 2 de Villa Coapa.

Hoy sus familiares y abogados pretenden demandar a las autoridades por negligencia médica. Argumentan que fue esa la causa de su muerte, pero el pronóstico había sido emitido desde el año pasado.

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Desde la detención de "El Apá" y de Lorena González Hernández, alias "La Comandante Lore", Reporte Índigo ha dado puntual seguimiento al caso y ha revelado datos y testimonios clave para entender el entramado.

El mal olor de la flor


En la edición 111, revelamos pruebas documentales de la negligencia y presunta corrupción de las autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR), la AFI y la SSP federal, dependencias que permitieron la operación de la banda de secuestradores supuestamente dirigida por Sergio Humberto Ortiz Juárez, "El Apá", y "La Comandante Lore".

Desde el año 2001, la Unidad Especializada en Investigación de Secuestros, de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR, tuvo conocimiento de casos de secuestro presuntamente perpetrados por la banda liderada por "El Apá".

La AFI fue la responsable de hacer las investigaciones. Pero como no hubo resultados, la banda siguió operando.

En ese entonces, el titular de la AFI era Genaro García Luna, y el responsable de la Dirección de Investigación Policial era Luis Cárdenas Palomino, quien tenía bajo sus órdenes directas a Lorena González Hernández, alias "La Macarena", y a Gerardo Colín Reyes, alias "Colín" presuntos integrantes de la banda.

Durante los siguientes dos años, conforme fueron llegando las denuncias de las víctimas, la SIEDO cayó en la cuenta de que los plagios eran perpetrados por la misma organización. Los casos fueron integrados en dos averiguaciones: PGR/UEDO/157/2003 y PGR/SIEDO/UEIS/250/2004.

En octubre de 2007, gracias al testimonio de un cómplice de la organización llamado Porfirio Bueyes Santana, alias "El Comandante Versace" y/o Rodolfo Valencia Contreras, alias "El Rudy", la SIEDO tuvo información específica y pruebas de que González Hernández y Colín Reyes estaban coludidos con la banda criminal. También contaron con domicilios, teléfonos, descripción física y nombre de "El Apá" y sus cómplices.

La investigación de ese testimonio quedó a cargo de la Dirección General de Secuestros y Robos, que depende de la Coordinación de Inteligencia para la Prevención del Delito de la Policía Federal Preventiva, donde trabajaba "La Comandante Lore" como directora de área.

Lorena González Hernández y Gerardo Colín Reyes no sólo fueron mantenidos en sus puestos, sino que a pesar de que fueron corroborados los datos proporcionados por Bueyes Santana, nunca fueron sometidos a proceso alguno.

En un parte informativo fechado el 21 de diciembre de 2007 y firmado por elementos de la AFI, del cual tiene copia Reporte Índigo, se afirma que se encontró a una persona con las características físicas señaladas por el testigo. Correspondían a la comandante Lorena, que en ese entonces estaba trabajando en la SSP federal.

De acuerdo a ese parte informativo, aunque Lorena y Colín declararon después que sólo tenían una relación laboral, los elementos de la AFI afirman que "se ha observado que ambas personas llevan una relación estrecha, dado lo anterior se presume que estas personas se encuentran relacionadas con la organización criminal comandada por Sergio Alias 'El Apa'".

Pese a esos testimonios, Lorena y Colín no fueron llamados a declarar. La banda de "El Apá" fue nuevamente intocable.

En las averiguaciones previas donde se vincula a Lorena con los casos de secuestro, tiene los alias de "La Macarena" y "La Comandante Flor".

Ahora, el ex jefe de Lorena en la AFI y en la PFP, Luis Cárdenas Palomino, dice en conferencias de prensa que nunca han tenido elementos probatorios de la existencia de la Banda de La Flor, ni de la actuación de "El Apá" y Lorena. Pese a que son identificados como presuntos miembros de esa organización desde 2007, él se empeña en exculparlos. ¿Por qué?

Los integrantes de la banda presumían ante sus cómplices que contaban con el apoyo de la SIEDO y que tenían la protección de elementos de la AFI, la PFP y la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.

La SIEDO atribuye a esta organización criminal por lo menos siete secuestros perpetrados en los últimos siete años.

Algunas de las víctimas permanecieron privadas de su libertad hasta por nueve meses o más de un año. Todas fueron sometidas a torturas, mutilaciones y, en algunos casos, abuso sexual.

La cifra de las personas secuestradas por la banda de "El Apá" podría ser mucho mayor de lo que se ha dicho hasta ahora.

Regia hunde a La Flor


En el Upate Índigo No. 15, publicado el 20 junio pasado, se reveló el testimonio de Alma Angelina Durán Pierce, alias "La Regia", quien vinculó a "El Apá" y Lorena en el secuestro de Silvia Vargas Escalera, hija de Nelson Vargas.

De acuerdo con el testimonio de esta mujer, rendido ante la PGJDF en octubre y noviembre de 2008, ella afirma que trabajó para la banda de "El Apá" y que en enero de 2008 vio en una casa de seguridad ubicada en el municipio de San Nicolás Garza, Nuevo León, a la hija de Nelson Vargas, quien estaba secuestrada desde el 10 de septiembre de 2007.

Señala que Silvia, una joven de rasgos finos, le pidió que la dejara hablar por teléfono a su mamá a la Ciudad de México.

En esa misma declaración, "La Regia" describe a Lorena González Hernández como una mujer al servicio de "El Apá" que siempre portaba chamarras negras que decían AFI y gafetes de la PGR. Además, dijo que en una computadora almacenaban documentos con el membrete de la SIEDO. En ellos iban cambiando los nombres de los comerciantes a los que extorsionarían.

En la declaración ministerial que rindió el 10 de septiembre de 2008 ante la SIEDO, de la cual tiene copia Reporte Índigo, Lorena González Hernández reconoce que en esa época ella tenía acceso a la base de datos de la Dirección General de Secuestros y Robos de la PFP, que era donde se recibía toda la información relativa a mandamientos judiciales y ministeriales, "es decir, como órdenes de investigación, de aprehensión localización y presentación de personas".

"La Regia" describió a "El Apá" como un hombre bien vestido que usaba joyas que parecían finas. "La primera vez que lo vi me dijo que le gustaba mucho jugar en casinos y también apostar dinero incluso desde el primer día el jefe portaba un portafolio que cuando él lo abrió estaba lleno de dólares americanos y que dicho dinero era para comprar vehículos".

De acuerdo al testimonio de esta mujer, los secuestros perpetrados por "El Apá" y la "Comandante Flor" eran atribuidos a Los Zetas.

Unos días antes de la publicación del testimonio de "La Regia", Luis Cárdenas Palomino, coordinador de Inteligencia de la Policía Federal, reveló que los verdaderos plagiarios y asesinos del joven Fernando Martí eran los integrantes de la banda de Los Petriciolet. Hizo esta declaración con base en el testimonio de Noé Robles Hernández, quien confesó ante las cámaras de televisión ser el autor material de homicidio del menor.

Cárdenas Palomino le preguntó si conocía a "El Apá" y a Lorena. Noé contestó en ese momento que no.
Después de que se dio a conocer públicamente el testimonio de "La Regia", la PFP anunció la captura de seis presuntos secuestradores de la banda de "El Niño". Se dijo que estaban relacionados con Los Petriciolet y con el secuestro de Fernando Martí.

Facundo Rosas, otro de los jefes de Lorena, informó que de los seis secuestradores, tres eran policías judiciales del Distrito Federal que brindaban protección al grupo de narcotraficantes de los Beltrán Leyva. Y que uno de ellos, Luis Guzmán Valeriano, se desempeñaba como escolta de la subprocuradora capitalina Martha Laura Almaraz.

La disputa entre la PGJDF y la SSP federal para lavarse las manos iba en aumento.

Testigos clave dicen que La Flor y Los Petriciolet son una sola organización

En septiembre de 2009, mientras la SSP federal se empeñaba en desaparecer los rastros de la participación de la Banda de La Flor en el secuestro y crimen de Fernando Martí, apareció un hombre que había sido víctima de secuestro. Era Filadelfo González Altamirano, quien reveló los nexos entre "El Apá" y Los Petriciolet.

"En cuanto a los detenidos Noé Robles Hernández o Noé Abraham Soto García, y José Montiel Cardoso, únicamente me pusieron a la vista a Noé Robles y a ésta persona como se los dije a los elementos de la SSP federal lo reconocí físicamente y por su voz como uno de los que nos cuidaba y vigilaba de manera esporádica en el cuarto donde estábamos cautivos el menor Javier Paredes y yo".

Respecto a "El Apá", lo señala "como el secuestrador que les marcó el alto en el supuesto retén policiaco. Que la persona que aventó al declarante en la cama fue la persona que le marcó el alto y que ahora sabe se llama Sergio Humberto Ortíz".




El último testigo

Tiene apenas 16 años, y a pesar de que sabía que se enfrentaba a una de las organizaciones de secuestradores más peligrosas de los últimos tiempos, Javier acudió en compañía de su padre para reconocer a Sergio Humberto Ortiz Juárez, "El Apá", como uno de sus plagiarios.

Es el testigo más joven que ha declarado hasta ahora contra el presunto líder de La Flor. Lo hizo el 24 de octubre de 2009, dos semanas antes de que "El Apá" muriera a causa de un infarto.

Reporte Índigo tiene en su poder esa declaración de Javier Paredes Echegaray, quien fue secuestrado junto con su chofer, Filadelfo González Altamirano, el 27 de febrero de 2008, cuando se dirigía a su escuela. Hasta ahora, es la última víctima que ha rendido testimonio.

El menor se presentó en las instalaciones de la Fuerza Antisecuestros de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) para rendir su declaración.

"Fue con quien platiqué (con 'El Apá') por varios minutos, ya que las personas que me cuidaban me dijeron que había una persona que quería hacerme unas preguntas y era esta persona, recordando que la vi al encontrarme sentado en un colchón que se encontraba sobre el piso de una de las habitaciones de la casa", relató.

El joven, quien es hijo de Oscar Paredes Echegaray, amigo del empresario Alejandro Martí, recordó que tres días después de su secuestro, "El Apá" se presentó en la casa para interrogarlo.

"Este sujeto se recostó en dicho colchón, lo que me dejo ver incluso que vestía de pants y calzaba tenis de la marca Nike en buen estado y que parecían nuevos", puntualizó.

Recuerda que tiempo después, cuando ya estaba en libertad, volvió a ver el rostro de "El Apá" en un noticiero de televisión en el que se le relacionaba con el secuestro de Fernando Martí.

"Que respecto a nombres de personas o apodos, recuerdo que en una ocasión, el sujeto al que he hecho referencia como el fornido, en una ocasión por radio Nextel comenzó a hablar con alguien y preguntó que si no le habían dicho nada a 'El Yeyo', ignorando en ese momento a que persona hayan hecho referencia".

En la misma declaración, que consta en la averiguación previa FSPI/T3/1005/08-06, Javier reconoce a través de fotografías a Noé Robles Hernández, integrante de Los Petriciolet que fue detenido por la SSP y que confesó haber matado a Fernando Martí.

Con este reconocimiento, la PGJDF reforzó la hipótesis del vínculo entre La Flor y Los Petriciolet.

Al revisar las fotografías del expediente, Javier Paredes Echegaray reconoció también a dos policías judiciales del Distrito Federal, Fernando Hernández Santoyo y José Luis Romero Ángel, quienes fueron detenidos cuando la investigación acerca de La Flor apenas comenzaba.

"Reconozco también y no tengo duda de la persona de la foto de quien ahora sé responde al nombre de Fernando Hernández Santoyo, de quien he hecho referencia como el fornido, fue el que me cuido durante mi secuestro y una de las personas que me liberó".

Y agregó: "reconozco al sujeto de la foto, de quien ahora sé responde al nombre de José Luis Romero Ángel, como uno de los plagiarios que participó en el retén policiaco". Operativo mediante el cual fue privado de su libertad junto con su chofer.

El menor reveló detalles del día en que fue liberado, después de haber permanecido dos semanas en cautiverio.

"Me percaté de que llegaron cuatro personas, quienes llevaban unas bolsas, en las cuales, al parecer llevaban el dinero que se pagó por mi rescate, ya que decían, tanto te toca a ti y tanto a mi".

Horas después de la repartición del botín, el joven fue liberado.

"El tipo fornido que me cuidó me dijo que tenía dos opciones, liberarme a las ocho de la noche y dejarme donde ellos quisieran o hasta las doce de la noche y me dejarían cerca de mi casa, por lo que yo les dije que a las ocho".

Le pidieron que se subiera a una camioneta tipo Voyager de color dorado que se encontraba en la cochera de la casa de seg


"Circulando por espacio de quince a veinte minutos, me dijeron que me iba a bajar, que Fernando Hernández Santoyo me iba a abrazar y que iba a caminar como si nada hubiera pasado. Tenía que contar hasta treinta y así lo hice", dijo el joven en su testimonio.

Javier Paredes sobrevivió al secuestro. Y también Filadelfo, a pesar de que los plagiarios lo dieron por muerto. Sus testimonios servirán para sustentar cómo estos grupos de secuestradores dieron vida a una gran estructura criminal.

El pasado 6 de noviembre, el Ministerio Público local entregó al Juzgado 32 penal, que es el que lleva el caso, la declaración de Javier Paredes y fotografías de la casa de seguridad donde estuvo en cautiverio. Del inmueble, reconoció el baño, la recámara, las ventanas, la cama y otros artículos.

Este último testimonio hace que el caso de la organización integrada por La Flor y Los Petriciolet esté más vivo que nunca, pese a la muerte de "El Apá".


Fuente: Reporte Indigo
Difusión: AMLOTV

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