Bienvenida a los narcotraficantes.
El que ya se hable de solicitar en Ciudad Juárez la presencia de los famosos Cascos Azules de la ONU; independientemente de que sería violatorio de la Constitución, toda vez que México no está calificado como una Nación para que intervengan.
Después de haber enviado marinos, soldados, policías de todo tipo y espías (nacionales y extranjeros) solo habla del fracaso. Del total fracaso. De la absoluta anarquía.
Pues en supuesto caso de que los solicitaran y los enviaran, lo que sería ofender a las Fuerzas Armadas y oficializar la derrota, sin lugar a dudas que de poco o nada servirían para detener la violencia.
El otrora Paso del Norte requiere de fuentes de trabajo para todos aquellos que llegan pretendiendo cruzar la frontera y no lo hacen, y los que son regresados. De otra manera solo sirven para engrosar las filas de la delincuencia.
Pero el trabajo, el empleo, no se puede generar en un ambiente de terror y de zozobra en donde nadie quiere invertir un centavo y todo mundo llega buscando dinero.
Las alternativas que el Gobierno ha manejado desde que inició el operativo, han fracasado y ya se habla de “rescatar” a ciudad Juárez, cuando solo se puede rescatar lo que se ha perdido.
Y si tras las reuniones del Alto Gabinete de Seguridad a alguien se le ocurre alguna otra que no sea el legalizar las drogas, correrá la misma suerte. El fracaso.
A menos que se decida pactar con los barones de las drogas y que sean ellos los que se encarguen de meter al orden a los ladrones, a los violadores y a los secuestradores.
O sea, que se les entregue la seguridad en sus manos. Finalmente han demostrado que saben y pueden hacerlo. Contrariamente al discurso oficial, no son pocos los lugares de la República en donde la Autoridad son los narcos.
Que es lo que por lo visto quieren hacer al enviar como candidato a la Presidencia Municipal de la fronteriza Ciudad, a Víctor Valencia de los Santos, gente de todas las confianzas del Gobernador José Reyes Baeza, y que fuera Secretario de Seguridad Pública del Estado.
Haciendo recordar las palabras del george Washington, que decía que “Cuando un pueblo se ha vuelto incapaz de gobernarse a sí mismo y está en condiciones de someterse a un amo, poco importa de donde proceda este”.
Y si los barones de la droga van a traer la paz y la prosperidad, como en su momento sucedió cuando al terminar la prohibición en los EEUU los contrabandistas de alcohol tomaron las riendas de la poderosa Nación, pues bienvenidos sean los narcotraficantes. Porque lo que ya no se puede, es seguir con estas matanzas.
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