EDUCACIÓN DE CALIDAD Y EMPLEO REMUNERADO
Por: Claudia Rodríguez
Para empezar, propongo que todos los mexicanos tengamos acceso a una educación de calidad, así como en su momento, a un empleo remunerado y digno. Los servicios de salud y la infraestructura adecuada, también deberían ser parte de lo que todos los mexicanos, como mínimo, tengamos disfrute.
Es mi respuesta al qué proponen del señor Felipe Calderón, como medida para contrarrestar al crimen organizado en nuestro país.
El combate al narcotráfico no sólo es de estrategia en campo. Si el narco y otros tipos de delincuencia operan en México, es porque la sociedad ha sido tratada por sus gobiernos –los de ahora y los de antes--, como meros clientes electorales y comerciales, mermando una y otra vez la calidad de vida de los mexicanos que busca nivelarse, pero que no encuentra las vías legales para hacerlo. Un pueblo pobre y graves índices de analfabetismo, es caldo de cultivo para el crecimiento exponencial de cualquier tipo de delincuencia. Y no es cuestión de moral y honestidad, es de hambre y hasta de subsistencia.
El señor Felipe Calderón, tan avocado a los discursos sensacionalistas y retadores, ha espetado: “Hay quien dice, bueno, es que hay que cambiar esta estrategia, fue un error combatir a los criminales. ¿Y qué proponen? ¿Echarnos para atrás? ¿Qué los dejemos hacer lo que se les dé la gana? Es totalmente absurdo, es ingenuo. ¿Por qué razón? Porque el problema es haberlos dejado hacer lo que se les da la gana”.
Pero lo más preocupante es cuando califica a los criminales metidos al narco, de una “ridícula minoría” porque entonces no hay duda: La estrategia está equivocada.
¿Vale la pena dedicar una exorbitante cantidad del presupuesto nacional a la llamada “guerra contra el narcotráfico”, si sólo se trata de minar a una “ridícula minoría”?
¿La Secretaría de Defensa, la de Marina y la de Seguridad Pública están dedicando grandes esfuerzos en recursos humanos y materiales a combatir una “ridícula minoría”?
¿Valió la pena el viraje de agenda económica a agenda de seguridad en la administración calderonista, si sólo se trata de enfrentar y destruir a una “ridícula minoría”?
¿A qué obedece la visita a nuestro país apenas esta semana de la secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton y su comitiva de alto nivel para abordar asuntos bilaterales en torno al narcotráfico, si aquí en México sólo se trata de destruir a “una ridícula minoría”?
Si el objetivo fue mostrarse valiente ante la verdadera fuerza de la delincuencia en nuestro país: también se equivocó la estrategia.
O ¿Usted qué propone?
Acta Divina… El presidente Felipe Calderón afirmó que tiene una idea acerca del color partidista de quien le suceda en la Presidencia de la República en 2012, pero lo más importante es que su sucesor dé color en el combate a la inseguridad, porque su intención es evitar que México siga en manos de una “bola de maleantes” que son una “ridícula minoría”.
Nos reencontramos en unos días.
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WIKIO
Fuente: Indice Político
Difusión: AMLOTV
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