❚VENTILADOS INTERNACIONALMENTE, ESTE TIPO DE ABUSOS DE PARTE DE LA MILICIA A MUJERES
❚EN ZONGOLICA SOLDADOS OPERAN IGUAL QUE EN CHIAPAS, GUERRERO Y OAXACA: GUARNEROS
Orizaba, Ver.- El Ejército ha convertido los ataques sexuales en contra de mujeres indígenas en una práctica contrainsurgente, en específico en las zonas rurales donde se presume la existencia de grupos armados: “es una práctica que se realiza principalmente en Chiapas, Guerrero y Oaxaca”, expone el luchador social Jairo Guarneros, quien indica que “tan rebasada se encuentra la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que ahora estos casos se ventilan en instancias internacionales como la Comisión Internacional de los Derechos Humanos (CIDH)”.
De entrada, plantea que este tipo de prácticas “se engloban en el manual de tácticas contrainsurgentes que el Ejército ejecuta en contra de los grupos sociales que realizan acciones de lucha social en la defensa legítima de sus derechos. Expone que el objetivo que se busca “es infringirle un acto de humillación al enemigo y desalentarlo a que continúe en su lucha. Hay muchos actos impunes, y todos de ellos documentados”.
Propone que esta maña es utilizada por los mismos militares, pero desde la década de los setenta, “en la llamada guerra sucia, surge esta práctica y coincide precisamente con la presencia de la guerrilla de esa época (...) con un objetivo: generar desaliento en las comunidades que resisten y están luchando; es un acto de contrainsurgencia”.
De hecho, establece que Veracruz no está exento de este tipo de situaciones: “el caso Ernestina Asencio es el (ejemplo) concreto y claro de acciones de abuso sexual”.
–Pero en la entidad no se ha detectado, hasta hoy, presencia de grupos armados.
–No hay evidencia ni en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), no en otras instancias, pero a la sierra de Zongolica se le considera una zona en donde probablemente pudiera haber presencia de gente armada que por la mismas condiciones geográficas pudiera estar actuando en esa zona. Eso no quiere decir que exista, pero la forma en la que actúa el Ejército es igual como actúa en Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
Continúa argumentando su hipótesis al decir que “no te puedes explicar como el Ejército viola y asesina a una anciana indígena si no se ubica (este hecho) en un contexto de la práctica contra insurgente. Haya o no haya pruebas, el hecho ya se consumó.
Pero además, admite que la CNDH ha tenido conocimiento de los casos en donde se ha violentado a mujeres indígenas, “pero lamentablemente se han quedado en el archivo, porque no actúa en contra de los presuntos responsables pese a que hay señalamientos concretos”.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos es “solapadora” (sic) de estos crímenes; claro que hay violaciones sexuales a mujeres indígenas en diferentes partes del país. La justicia en este país está rebasada y hay que recurrir a instancias internacionales para ventilar este tipo de denuncias.
Un ejemplo de esta inoperatividad de la CNDH es el caso de Inés Fernández Ortega, indígena de la sierra de Guerrero, quien presuntamente fue agredida sexualmente por soldados el 22 de marzo del 2002; su caso está siendo analizado por la CIDH, que sesiona en Lima, Perú. Como éstos, dice, desde 1994 “hay casos documentados que señalan que en el movimiento del EZLN en los mismos retenes militares los soldados violaban a mujeres chiapanecas tan sólo por el hecho de ser el estado en donde surge a la luz pública el EZLN”.
Fuente: La Jornada de Veracruz
Difusión: Soberanía Popular
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