Los secretos de Juan José Esparragoza "El Azul"
Ricardo Ravelo
Apenas más viejo que Ismael El Mayo Zambada y más joven que Joaquín El Chapo Guzmán, el narcotraficante Juan José Esparragoza Moreno ha figurado en varias generaciones de capos, siempre desde un estratégico segundo plano. Buen negociador, carismático entre los narcotraficantes, no se tienta el corazón para aniquilar a sus rivales y es capaz de corromper policías, militares y gobernadores… Es el autor de los más recientes esfuerzos por alcanzar, en torno del cártel de Sinaloa, la unidad entre los más poderosos grupos del tráfico de drogas.
Decano de los capos mexicanos, hábil en las negociaciones para poner fin a viejos conflictos, Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, ha sobrevivido poco más de cuatro décadas en el tráfico de drogas y hoy es el personaje más discreto y, al mismo tiempo, el más eficaz en la recomposición del tejido social y financiero del narco en México.
Desde 1992, cuando fue liberado del penal de Almoloya de Juárez tras cumplir una pena de siete años, nadie sabe de su paradero, aunque sí de sus andanzas: se le ha visto en Querétaro –uno de sus refugios– y en 2003 sentó sus reales en Morelos, bajo el amparo del gobierno panista que encabezaba el gobernador Sergio Estrada Cajigal.
Aunque en México poco se habla de él, en Estados Unidos el Buró Federal de Investigaciones (FBI) lo consideraba como el segundo criminal internacional más buscado en 2005, solamente detrás del terrorista Osama Bin Laden. Actualmente El Azul ni siquiera aparece en la lista histórica de los 10 criminales más buscados en el portal del FBI.
El 12 de febrero de ese año, Art Werge, vocero del FBI en El Paso, Texas, anunció que había una recompensa de 5 millones de dólares para quien proporcionara información que llevara a la captura de Esparragoza Moreno, quien era señalado como el principal líder del cártel de Juárez.
El vocero del FBI aseguró que el capo “ha tenido la capacidad para formar estructuras muy bien organizadas en las que participan funcionarios, policías y militares, e inclusive importantes mandos del Ejército Mexicano”.
Añadió que esa agencia “lo considera uno de los hombres clave en el narcotráfico mexicano por los nexos que sostiene desde hace varios años con narcotraficantes colombianos para transportar cocaína a Estados Unidos”, según publicó entonces el diario La Jornada.
La Drug Enforcement Administration (DEA) también ofreció 5 millones de dólares por su cabeza.
El FBI asegura que Esparragoza Moreno es muy peligroso, siempre anda armado y cuenta con un fuerte equipo de seguridad que lo cuida. En México, la percepción de las autoridades es otra: asumen que El Azul es un narco más proclive a la negociación que a la beligerancia.
Extracto del reportaje principal que se publica en la edición 1746 de la revista Proceso, ya en circulación.
Fuente: Proceso
Difusión AMLOTV
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