El salario mínimo sólo llega a cubrir un tercio de la canasta alimentaria

CHRISTIAN HERNÁNDEZ

Con el salario mínimo que se percibe en Michoacán, actualmente se puede adquirir apenas un tercio de los alimentos de la Canasta Alimentaria Recomendable (CAR) cuando al inicio del sexenio de Felipe Calderón esta remuneración alcanzaba para comprar 60 por ciento de la misma canasta. Esto es resultado de una política de restricción salarial, según muestran las cifras del Banco de México y del Centro de Análisis Multidisciplinarios (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Según el Reporte de Investigación número 86 del CAM, el costo de la CAR se elevó de 80.83 pesos a 156.76 pesos del primero de diciembre de 2006 al primero de abril de 2010, que se traduce en un incremento acumulado de 93 por ciento en lo que va del sexenio de Felipe Calderón.

Por otro lado, el aumento del salario mínimo ha sido de 17 por ciento durante el mismo periodo, esto como efecto de la política salarial restrictiva de los últimos cinco gobiernos neoliberales del país.

Sin embargo, las diferencias salariales que existen por zonas hacen que en Michoacán se resientan en mayor medida los efectos de esta estrategia, pues la zona salarial en la que está inmersa la entidad (C) es la más baja del país, donde el aumento del precio del salario ha sido de 6.87 pesos en poco más de tres años.

En este sentido, la capacidad de compra del salario mínimo el primero de diciembre de 2006 era de apenas 59 por ciento de la CAR, que está estimada en la proporción diaria de un conjunto de 33 alimentos básicos para una familia integrada por 2 adultos, un joven y dos niños.

No obstante, a tres años de distancia, la remuneración mínima en Michoacán (54.47 pesos) alcanza para cubrir 34.7 por ciento del costo actual de la CAR; es decir, la capacidad de compra de alimentos se redujo en 41 por ciento en el periodo.

Los efectos de esta política económica contribuyen a la polarización del ingreso y al incremento de la pobreza en el estado, pues es de mencionar que la cantidad de trabajadores michoacanos que no pueden adquirir ni siquiera la mitad de una CAR son alrededor de 408 mil 320, lo que representa 25 por ciento de la población ocupada.

Por otro lado, el conjunto de alimentos que más han incrementado su precio en estos tres años en la entidad, según los reportes de inflación del Banco de México, han sido el chayote (129 por ciento), la calabacita (48.01 por ciento), la guayaba (81.61 por ciento), la papaya (56.91 por ciento) y los plátanos (68.98 por ciento), entre otros.

Fuente: La Jornada de Michoacán

Difusión: Soberanía Popular