El ex presidente hondureño, José Manuel Zelaya, dijo este lunes que a un año del golpe de Estado que lo derrotó puede afirmar categóricamente que Estados Unidos (EE.UU.) estuvo involucrado en el Golpe de Estado, y que aún está actuando en el país centroamericano de lo contrario "ya hubiésemos logrado la reconciliación".
Si Estados Unidos no estuviera dictando la pauta a los sectores golpistas, "ya hubiésemos logrado la reconciliación", afirmó a teleSUR el ex mandatario en entrevista exclusiva.
Explicó que, gracias a la intervención estadounidense, en Honduras "no hemos avanzado, siguen las violaciones a los derechos humanos, sigue la persecución, muchos de mis ministros están afuera de Honduras, perseguidos", indicó.
Sostuvo que existen aproximadamente "200 personas exiliadas, huyendo de la dictadura", que se impuso en el país centroamericano tras el golpe de Estado perpetrado el pasado 28 de junio. Insistió que en su país continúan "las represiones y los crímenes" de manera evidente.
En su llamado a la reconciliación nacional, reveló que "tenemos evidencias claras del Golpe" y que el actual gobernante, sucesor del régimen de facto, Porfirio Lobo, no trabaja para que el país logre tal acuerdo.
"Él (Lobo) no está haciendo nada por la reconciliación" y Estados Unidos ayuda a que Lobo no haga "nada por la reconciliación, más que desterrarnos perseguirnos y de privilegiar al golpista", subrayó.
Criticó que los voceros de Roberto Michelletti -quien fuera presidente del Congreso antes y durante el Golpe y que luego asumió la presidencia de facto-, ahora sean los ministros de Lobo.
Del mismo modo, rechazó que Micheletti, emitiera un mensaje este lunes a un año de la rebelión militar, "en cadena de radio y televisión, por el triunfo de la derecha más reaccionaria, identificada con el Golpe".
Zelaya, aseguró que "el dictador estuvo en las cadenas de televisión de Honduras, dando un discurso de las bondades de su interrupción con los militares en las fuerzas políticas del país, libre, impune, protegido por Estados Unidos y por el Gobierno de Lobo".
Aseguró que Honduras no vive en democracia, sin embargo, existen salidas, agregó. Llamó a la conciencia y a detener el "baño de sangre", en referencia al asesinato de más de cien personas desde el golpe de Estado.
Insistió en la injerencia que ha mantenido Washington en Honduras y alegó que es para beneficiar a las transnacionales.
"El gran problema de buscar la reconciliación es la injerencia de Estados Unidos, que ha salido favorecido. Es para beneficiar a las "trasnacionales nortemaericanas del petróleo, de las finanzas", indicó.
El ex presidente admitió que la relación de su Gobierno con los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA) fue rota porque EE.UU. le prohibía establecer lazos con sus pares de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa y con Cuba, "cuando defendíamos el derecho que tienen los pueblos y nuestra sociedad de mantener niveles de democracia".
Reiteró que el Departamento de Estado no pudo ocultar su intromisión en el Golpe de Estado, que lo mandó a Costa Rica, en primera instancia.
Señaló que las medidas tomadas por Micheletti fueron pautadas por Estados Unidos. Entre ellas la eliminación de la ley de participación ciudadana, la devolución de los privilegios de las transnacionales del petróleo -suspendido por el Gobierno de Zelaya- a intereses estadounidenses y la ruptura de las relaciones con el ALBA.
Al ser interrogado sobre si habrá o no una denuncia formal en contra de Estados Unidos, Zelaya aseguró que dependerá de la reunión de cancilleres de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Propuso la pena para aquellos que participaron en el golpe de Estado. "Se deberían castigar, estoy totalmente de acuerdo, no dejar impune, ni los países que apoyan un Golpe, ni las personas que ejecutan un Golpe".
Además consideró que se debe reformar la Carta Democrática de la OEA, para darle poder a los esfuerzos que realiza, debido a que "fracasó en los intentos" de restauración de la democracia en Honduras.
Por último, recalcó que quiere regresar a su país, y que la invitación que le hiciera el actual presidente, Porfirio Lobo de retornar es "maquiavélica".
Lobo, en entrevista exclusiva para teleSUR, convocó a Zelaya a retornar a Tegucigalpa y aseguró que si el ex gobernante entra a su país "nada le va a pasar".
"El no viene porque no quiere", afirmó, "es más, para ponerle fin a todo este debate, yo voy allá, lo traigo, entra conmigo bajo mi responsabilidad y nadie lo va a detener y va ser escuchado en libertad", agregó Lobo.
A su criterio, si el actual mandatario de Honduras no puede garantizar su vida, ya que ha denunciado un intento de Golpe, menos podrá "garantizar la miá", agregó el ex mandatario hondureño.
Fuente: TeleSur
Difusión: Soberanía Popular
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