¿Buscando problemas?
Entrampado en sus propias declaraciones, don Marcelo Ebrad no tuvo más remedio que cumplir sus advertencias de demandar a Juan Sandoval Íñiguez por haber difamado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al decir que el Jefe de Gobierno del DF los había “maiceado”.
Ya que de no haberlo hecho, daría a entender que las amenazas del prelado católico de que si procedían en contra de él, haría públicas las pruebas de la corrupción denunciada, son ciertas y lo amedrentaron.
Corrupción que por otro lado, el “príncipe” vaticano tiene obligación de denunciar, pues la Ley establece que cualquiera que sepa de la comisión de un delito, debe de hacerlo del conocimiento de las Autoridades; ya que de no hacerlo se convierte automáticamente en cómplice.
El caso es que se ve inminente que el purpurado (literalmente rodeado de guardaespaldas, más de doce, por supuesto) vaya a ser sentado en el banquillo de los acusados. Si no es que también lo sientan a Norberto Rivera (que deberían hacerlo) por haber hecho un llamado a la sublevación.
Cabiendo comentar que los curas católicos nunca actúan de mutuo propio, sino siempre siguiendo la línea que les marcan desde Roma; por lo que las actitudes de los religiosos más parecen ser una deliberada provocación.
Sobre todo si se recuerda que en el 27 del Siglo pasado, los curas, por instrucciones de la $anta $ede, se negaron a cumplir las Leyes (las Leyes de Reforma) e incitaron un levantamiento armado que comenzó por cerrar los templos y duró 3 sangrientos años.
En los que al grito de “Viva Cristo Rey” los fanáticos mataban a cualquiera que no creyera en su inventado personaje) ya que ningún historiador da cuenta de que hubiera existido Jesús)
Salvo Flavio Josefo que le dedica tres párrafos; mismos que ahora se sabe que son, como “La Donación de Constantino”, con la que dio inicio la pesadilla de la religión judía de Occidente, documentos apócrifos.
O hablara de Don Benito Pablo Juárez García, en cuyo caso lo colgaban de un árbol. No fue un caso aislado el que los cristeros sacaran de las aulas a los maestros que hablaban del Benemérito y los colgaran frente a sus alumnos.
¿Será eso lo que buscan de nueva cuenta los curas vaticanos?, porque directamente insultar a la Suprema Corte de la Nación, ciertamente que no es poca cosa.
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