martes, 25 de enero de 2011

600 alumnos regresan a tomar clases sobre los ductos de Pemex

YADIRA LLAVEN

Luego de la supervisión realizada por autoridades del Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos (CAPCEE) y de la Coordinación Regional de Desarrollo Educativo en Texmelucan (Corde 18) se autorizó el regreso a clases de más de 600 alumnos de la primera “1 de Mayo” y el jardín de niños “Albino Labastida”, tras la explosión del pasado 19 de diciembre.

Después de dos semanas que iniciaron las clases, estudiantes retornaron a sus aulas, pese al temor de los padres de familia que sus hijos acudan a escuelas que están cimentadas sobre ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Debido a ello, en la última semana, se ha registrado una fuerte deserción escolar, sobre todo en estudiantes de la Unidad Habitacional San Damián.

José David Morales, titular de la Corde 18, informó que la supervisión arrojó que las grietas son producto del tiempo, más no resultado de la explosión ocasionada por Pemex, por lo que el dictamen refiere que los “niños pueden utilizar los inmuebles”.

No obstante, de manera técnica no existe un resultado, pues la paraestatal todavía no ha entregado un estudio de los daños causados en San Martín Texmeluan.

En tanto, ya se comenzó a ofrecer terapia psicológica a los alumnos de ambas instituciones, de nivel básico.

Mientras, el CAPCEE dio a conocer que las dos escuelas que se ubican en la “zona cero”, no sufrieron daños estructurales que pongan en riesgo a los escolares; por lo tanto, se autorizó la reanudación de las clases, con el conocimiento de la Secretaría de Educación Pública del estado (SEP).

En la semana pasada, autoridades de la SEP realizó una inspección en las 12 escuelas más cercanas al lugar de la explosión. De este análisis, se dedujo que los daños se dieron en los accesos a estas escuelas y en su periferia, pero no a los inmuebles.

Sin embargo, a simple vista se pueden ver algunas fisuras en las paredes de algunas de las escuelas, sobre todo en la “1 de Mayo” y en el kínder “Albino Labastida”, por lo que se admitió que las escuelas carecen de mantenimiento, pero en ningún momento fueron dañadas por la explosión que hubo en San Martín.

Fuente: La Jornada de Oriente

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