Hay formas más seguras y eficientes para generar electricidad, indican a través de volantes
JORGE COVARRUBIAS
Con máscaras amarillas y el símbolo de radiactividad cancelado, jóvenes activistas de Greenpeace de las ciudades de México, Culiacán, Guadalajara, Monterrey, Pachuca, Puebla y Xalapa llevaron a cabo la primera jornada antinuclear este fin de semana.
Preocupados por los efectos nocivos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente, instalaron mesas de información y denunciaron los riesgos de las nucleoeléctricas y la promoción de más centrales de este tipo que realizan varios legisladores en el Senado y la Cámara de Diputados.
Los jóvenes de Guadalajara hicieron su labor de divulgación en el Parque Los Colomos, donde invitaron a los paseantes a participar mediante la aplicación Da la cara lanzada por Greenpeace en su página deFacebook, en la que pueden enviar a los senadores y diputados mensajes “radiactivos” para que desistan de promover la energía nuclear en el país.
“Al impulsar la energía nuclear, los legisladores prefieren beneficiar sólo a un sector industrial que demanda recursos millonarios y hace una mínima contribución a la mitigación del calentamiento global del planeta; en vez de aprovechar ese presupuesto para detonar otras fuentes más seguras, como la solar o la eólica, para generar electricidad en nuestro país”, explicó Viridiana Rubio, voluntaria del grupo local de la organización en Guadalajara.
Dijeron que en el caso de México, la nucleoeléctrica Laguna Verde, en Alto Lucero, Veracruz, provee poco menos del cinco por ciento de la electricidad del país, misma que podría ser abastecida con fuentes renovables de energía como la eólica o la solar.
“Nuestro territorio es considerado como uno de los que tiene más posibilidades de aprovechar la energía solar que llega a la Tierra, porque recibe dos mil 850 veces más energía de la que se necesita en el mundo actualmente; y con ello podría dejar de lado el uso de combustibles sucios como carbón, petróleo o gas natural, y por supuesto la energía nuclear”, abundó.
Los activistas de Greenpeace también entregaron folletos informativos sobre las desventajas y riesgos de este tipo de energía, los desastres radioactivos en el mundo, entre los que destacan las tragedias de Chernobyl y Fuku- shima, y datos que demuestran por qué este modelo energético es económicamente ineficiente, socialmente injusto y medioambientalmente inaceptable.
Subrayaron que las poblaciones cercanas a una central nuclear tienen que convivir con posibles filtraciones radiactivas en suelos, agua y aire. Además que los residuos pueden perdurar por miles de años, según lo demuestran diversos monitoreos a 25 años de la explosión de la central de Chernobyl, los realizados por Greenpeace en Fukushima este año o los realizados por investigadores mexicanos cerca de la central de Laguna Verde.
Fuente: La Jornada de Jalisco
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