El esquema privatizador, bomba de tiempo
Karina Avilés
El caso de los 41 niños muertos en la guardería ABC –subrogada por el IMSS– es una muestra de la peligrosidad con que opera el esquema privatizador, ya que 90 por ciento de estos centros en manos de particulares no garantizan ni la seguridad ni el buen desarrollo de los pequeños, por lo que representan una bomba de tiempo, alertaron maestros de las secciones 9, 10 y 11 del sindicato magisterial.
Ante ello, denunciaron que la Secretaría de Educación Pública (SEP) también ha declinado de su responsabilidad de vigilar el estado en que se imparte la enseñanza, y acusaron que cientos de escuelas en el país trabajan en condiciones deplorables o son unas verdaderas ruinas que representan un grave peligro para las comunidades escolares.
Ante esto, exhortaron al titular de la SEP, Alonso Lujambio, a hacer público el número de escuelas que implican un riesgo, a agilizar las obras de infraestructura y a no delegar en los padres de familia el papel rector que tiene la dependencia federal.
En conferencia de prensa, los profesores Martha Patricia Hernández, Miguel Carpintero Ángel y Susana Cruz Vargas, agrupados en el Frente de Trabajadores de Educación y Cultura, acusaron que en este tipo de centros operados por particulares los patios para los niños son las azoteas de las casas y señalaron que no existe diferencia entre un servicio de taxi pirata y este tipo de centros que operan como guarderías.
Señalaron que el gobierno de Felipe Calderón ha propiciado un esquema en donde dos comadres se juntan para cuidar a los menores en una casa particular, sin tener las mínimas condiciones de seguridad, pero tampoco de entrenamiento en cuestiones médicas ni de atención pedagógica.
Por otro lado, los centros prescolares privados no tienen el espacio para areneros, piano para que los niños canten, no cuentan con personal especializado, pero lo que ofrecen es que ahí se les enseña a leer y a escribir a una corta edad, cuando tampoco es lo adecuado, porque ese el momento de la maduración, de la socialización, de desarrollar la capacidad motriz del niño, señaló la profesora Hernández.
El gobierno ha hecho perversas modificaciones a las leyes que no hacen más que evidenciar el fracaso y la peligrosidad del modelo privatizador, agregó. Enfatizó que el perfil de las personas que atienden a los menores en estos centros no cumple con los requerimientos necesarios para desempeñar dicha labor.
Por su parte, el maestro Miguel Carpintero Ángel habló de las deplorables condiciones de las escuelas y, como ejemplo de ello, señaló que en la secundaria diurna 43, ubicada en la colonia Roma, hay una escalera para el desalojo por la cual sólo puede transitar una persona.
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