lunes, 8 de junio de 2009

¿Votaría Usted por un Estado Policíaco?

¿Votaría Usted por un Estado Policíaco?

Por Pedro Echeverría V.

1. En los programas y de la izquierda están los trabajadores; siempre representando sus intereses históricos e inmediatos, pero el pensamiento mediatizado o enajenado de los trabajadores está con los burgueses que los han manipulado durante siglos. Se dan cuenta de su realidad en las luchas sociales, en sus batallas de clase social, pero en la familia y en los comicios actúan como individuos al servicio de las clases dominantes. En las votaciones actúan como individuos aislados y solitarios, con miedo a ser castigados. Por eso llegarían a votar por un Estado policial.

2. La radio y la televisión, mantienen a la mayoría de la población en condiciones de profunda enajenación durante el día. Con programas hábilmente planeados, dirigidos a la creación de valores de consumo de mercancías a partir de repetir una y mil veces qué es lo bueno, lo bonito y elegante, parecen crear ilusiones y necesidades a la gente para que no se queden sin consumir. Por ese camino van modelando a radioescuchas y televidentes a una forma de pensar y actuar que al pasar los años se convierte en “la cultura”. Con esa manipulación al pueblo por los medios informativos se llega a la dependencia.

3. Aunque algunos pequeños sectores de izquierda y seres pensantes no se dejen manipular fácilmente, el 90 por ciento de la población que frecuenta esos aparatos al servicio de la ideología dominante, se mueve al ritmo de los mensajes de la radio y la TV. En los movimientos sociales les mientan la madre a esos medios o por lo menos se burlan de ellos, pero basta con preguntar la opinión de una persona en la calle para darse cuenta de que repiten lo que escucharon o vieron horas antes en los medios informativos. Por eso se ha dicho que los opinadores sólo son correas de transmisión de la ideología de la clase dominante.

4. En México, por el papel manipulador de los medios, mucha gente ha llegado a exigir la aplicación de la pena de muerte o por lo menos “el castigo ejemplar para los delincuentes”, precisamente porque esos medios difunden esa ideología mediante entrevistas y comentarios bien escogidos. Parecería que la población pide una “patria ordenada” con la vigilancia permanente del ejército y la policía. Afortunadamente no es toda la población, sino sólo un sector de poderosos empresarios y altos políticos panistas que usando a los medios logran difundir con amplitud su ideología. Pero penetran tanto los medios que es posible que pronto se pida un Estado policíaco.

5. Más que miedo a la llamada inseguridad, la población mexicana lo que necesita son empleos e ingresos que les alcancen para vivir. Si en vez de que el (des) gobierno de Felipe Calderón dilapide miles de millones de pesos en comprar armas, en aumentarles salarios al ejército y contratar decenas de miles de policías, esas cantidades las dedicara a crear empleos, otra cosa sería México: tendría empleos, ingresos y seguridad. Nunca en la historia del país hubo tantos y tantos millones de desempleados y desplome de la producción.

6. Los más preocupados en el país por la inseguridad son los grandes ricos y sus familias que circulan con gigantescos automóviles blindados y con una fuerte guardia de guaruras. También hay sectores de las clases medias altas muy preocupados porque ya no se pueden mover “con la libertad que lo hacían antes”. Lo malo es que ambos sectores (los ricos y los medio ricos) aparentan ignorar cuál es el origen de los robos, los secuestros y de la llamada delincuencia. Para éstos son la “delincuencia organizada”, cuando no quieren ver que es la miseria, el desempleo, la desesperación de más de 30 millones de seres humanos.

7. Si la mayoría de la población tuviese empleos bien pagados sólo los enfermos por la ideología del dinero y los negocios se dedicarían a los asaltos, los secuestros y los robos. Los narcotraficantes no tendrían los millones de empleados campesinos, indígenas y pobres que les sirven como agricultores, transportadores y comerciantes, ni tampoco tendrían la extensión del mercado que tienen en los EEUU y México.

8. Aparentemente el gobierno de Calderón, según su propaganda política, le ha propinado certeros golpes a los narcotraficantes; sin embargo la realidad es muy distinta. El narco está vivito y coleando y cada día se demuestra que su penetración en las esferas gubernamentales es cada vez mayor. Son ya miles de muertos inocentes, además de miembros del ejército y narcotraficantes enfrentados en la mayoría de los estados de la República. Se ha dado el dato de 11 mil personas muertas en los últimos años sin que se tenga idea de cuándo termine esa guerra.

9. Para evitar que la población siga siendo manipulada por derecha política y empresarial es necesario llevar adelante la lucha de clases. Los procesos electorales, sobre todo como el mexicano, responden al individualismo. ¿Cómo entonces el pueblo, la sociedad podría votar colectivamente por sus propios intereses, es decir por sus tierras, sus créditos, sus derechos colectivos? Si los procesos electorales siguen organizándose como procesos con votos individuales podría darse el caso que los mismos electores elijan a sus propios asesinos y para eso contribuyen los medios de información

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