La pobreza
Pobreza, en la definición más clásica, es la carencia de medios para que una persona alcance las capacidades básicas. Implica una falta severa de bienes materiales y culturales que impiden el desarrollo de los individuos, las familias y las comunidades, hasta el punto de comprometer su integridad.
Durante la mayor parte del siglo pasado, la política social incluyó políticas públicas para educación, salud, trabajo y alimentación (política agraria).
Con el neoliberalismo; los temas laborales y agrarios prácticamente desaparecieron de la agenda y en cambio, cobraron fuerza los conceptos de “combate a la pobreza” y “calidad educativa”.
El primero fue el tema más socorrido en los discursos presidenciales desde que en 1991 Carlos Salinas de Gortari sustituyó la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, que encabezaba Manuel Camacho, por la de Desarrollo Social, que entregó a Luis Donaldo Colosio. La supersecretaría se convirtió en una poderosa arma electoral a través del Programa Nacional de Solidaridad.
Pero la “gran epopeya del pueblo mexicano” no tuvo un final feliz y el Pronasol fue desmantelado por Santiago Levy en el sexenio de Ernesto Zedillo.
Levy creó el Programa para la Educación, Salud y Alimentación (Progresa), que da dinero en efectivo a las familias pobres. La gran crítica de ese programa es que no busca eliminar la pobreza, sino contenerla.
La alternancia no provocó ningún cambio en la política zedillista de combate. Fox le cambió el nombre de Progresa a Oportunidades y castigó otros programas siguiendo la línea de sus antecesores de "eficientar" los recursos eliminando programas compensatorios. Y Felipe Calderón, enfrascado en su “guerra” contra la delincuencia, sólo repitió la fórmula de las administraciones anteriores y se olvidó del combate a la pobreza… hasta que la crisis económica le explotó en las manos.
Hoy el presidente ha retomado el discurso de lo pobres. Sin embargo, la revisión histórica de los indicadores de pobreza en el país muestra que la tendencia constante de reducción de la mitad del siglo XX se estancó a partir de 1984. O sea que el camino, por ahí, no es.
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