Rechazo

Rechazo

El paquete económico 2010 presentado por Hacienda al Congreso, ha tenido una sola respuesta de la población: un rechazo absoluto.

Las razones son claras: el incremento de 2% al IVA, aunque disfrazado de apoyo a la pobreza, además de gravar alimentos y medicinas, repercutiría en un aumento generalizado del costo de la vida, afectando directamente a 55 millones de pobres en el país, quienes pagarían alrededor de l00 mil millones de pesos, es decir, casi 25 millones más de lo que reciben a través de los programas de Oportunidades y Apoyo Alimentario.

Frente a esto, los grandes consorcios que no pagan impuestos o lo hacen casi de manera simbólica, seguirían contando con los privilegios fiscales que tienen desde la época de Echeverría. Hoy sabemos que 422 grupos empresariales pagaron el año pasado l78 pesos de ISR (Impuesto Sobre la Renta) por cada millón que percibieron como ingreso, y que l0 consorcios entre ellos, Maseca, Telmex y Bimbo pagaron solo 4 pesos por cada l00 de utilidades.

Por el lado de los gastos, la información también es contundente: Los gobiernos panistas desde hace casi 9 años, han incrementado sin límites, el llamado gasto corriente.

Sólo en el régimen de Calderón se han creado l47 mil puestos para altos funcionarios, de los cuales 32 mil corresponden a Hacienda y 30 mil a la Secretaría de Seguridad Pública. Además de altos salarios, estos burócratas cuentan con un sinfín de prestaciones que nos cuestan miles de millones de pesos.

Frente a esta propuesta, el gobierno legítimo y el FAP plantean dos alternativas sencillas: acabar con los regímenes de privilegio fiscal de las grandes empresas y que pague más el que más gana, y disminuir el gasto corriente empezando con reducir los salarios y prestaciones millonarias de los altos funcionarios.

Así, si alcanza el dinero.