Por Félix Arredondo
13 Nov 2009
Dos diputados pretenden, mediante una ley, transparentar los famosos “guardaditos”. ¿Prosperará la iniciativa? Lamentablemente, muchos lo dudan.
¿Cuál es el destino de los recursos presupuestales que no se ejercen? ¿A dónde van a parar, por ejemplo, las multas que impone el IMSS a sus contratistas incumplidos?
¿En dónde quedaron los recursos que el presidente Felipe Calderón dijo que teníamos ahorrados hace un año para hacer cuantiosas inversiones?
Hasta ahora casi nadie lo sabe.
Las leyes de presupuesto dejan fuera de toda fiscalización estos recursos. Hasta la propia Auditoría Superior de la Federación está impedida para adentrarse en las oscuras profundidades de los hoyos negros del gasto público.
Y es que en muchas ocasiones, recursos no ejercidos "se ejercen" invirtiéndose en fideicomisos y fondos oscuros, opacos, negros, que si son inaccesibles para la Auditoría Superior de la Federación, con mayor razón lo son para un ciudadano común y corriente.
El propio candidato del PAN a la Presidencia de la República, Felipe Calderón, reconoció la opacidad del manejo de los recursos públicos cuando el 25 de abril de 2006 prometió: "Voy a manejar en caja de cristal el dinero del pueblo. Aquí no va a haber ni fideicomisos ocultos, ni cajas misteriosas. Tú vas a saber: a dónde se va, quién lo gasta, cómo lo gasta, hasta el último centavo que pagues de impuestos".
Sin embargo, las promesas del candidato Felipe Calderón en esta materia, como las que hizo también en su tiempo Vicente Fox, se diluyeron.
En octubre de 2008, nos enteramos por boca del propio presidente que los mexicanos teníamos, además de las enormes y cuantiosas reservas del Banco de México, otros ahorros enormes y cuantiosos.
Tan cuantiosos que con ellos podríamos hasta construir refinerías.
Sí. El 9 de octubre de 2008, el presidente de la República anunció por la televisión que además de lo que ya había propuesto en el Presupuesto de Egresos, se haría un gasto adicional que podría haber llegado a ser de más de 300 mil millones.
Y es que esa noche del 9 de octubre de 2008, el presidente Calderón afirmó que adicionalmente a lo presupuestado se invertirían 10 mil 700 millones para carreteras, 10 mil millones más para ductos, 6 mil para infraestructura educativa, 5 mil 750 de apoyos al campo, 1 mil 500 quinientos para nuevos penales al igual que para canales de riego.
También anunció 1 mil 650 millones para libramientos ferroviarios, 1 mil más para infraestructura deportiva, y 500 para la infraestructura turística.
El rosario de millones continuaba: 2 mil 250 millones para obras de servicios municipales, 165 mil millones para créditos a pequeñas y medianas empresas, y hasta 6 mil millones de dólares para una refinería.
¿De dónde saldría este dinero sin aumentar impuestos y sin contratar deuda?
El propio presidente Felipe Calderón nos reveló parte del misterio. Eran "guardaditos" que los mexicanos ignorábamos que tenía el gobierno.
"Hemos hecho nuestra tarea", dijo el presidente, "con muchos sacrificios de los trabajadores, de las amas de casa, de las empresas, del gobierno mismo; pero hoy tenemos unas finanzas públicas sanas, fuertes. Sin ellas, hace apenas unos años, esta crisis internacional hubiera acabado con nuestra economía. Afortunadamente esto no es así.
Nuestros sistemas financiero y bancario están sólidos y, a diferencia de otros países, hoy México no depende más de la deuda externa.
A diferencia del pasado, en donde la falta de dólares nos llevaba a crisis terribles, hoy tenemos reservas internacionales por más de 90 mil millones de dólares y tenemos prácticamente pagado el servicio de nuestra deuda externa por el próximo año y medio".
¡Éramos ricos!, pero no lo sabíamos.
Llegó el año 2009, y todas esas inversiones no se realizaron. Por el contrario, cayó la recaudación y se hicieron recortes al gasto público.
Después de las elecciones se ordenó cerrar los presupuestos.
¿Y el dinero de los ahorritos?
Hace un mes, Reporte Índigo dio a conocer las sospechas de algunos legisladores. Era probable que el dinero se hubiera reservado para una mejor ocasión.
Para asegurar el milagro mexicano en 2011, en vistas a las elecciones.
LA PROPUESTA
Por eso, los diputados priistas César Augusto Santiago Ramírez y Jorge Carlos Ramírez Marín han propuesto diversas reformas legales para transparentar y controlar el gasto público, entre las que destaca el que:
"No deberán constituirse fondos, mandatos, comisiones, ni vehículo alguno que concentre sumas o importes al tenor del concepto de devengado o comprometido.
"Tampoco se aprueba la transferencia, entrega o resguardo por parte de cualquier fideicomiso, vehículo, organismo, empresa o cualquier otro mecanismo que administre o reciba provisionalmente recursos públicos en lugar o nombre del particular beneficiario de apoyos o subsidios. La única erogación acorde al presente presupuesto, justificante de gasto público, será la recepción por el beneficiario final del apoyo, subsidio o contraparte de la erogación autorizada".
La propuesta de estos legisladores, en el caso de ser aprobada por el resto de los diputados, también previene muy detalladamente otra serie de obligaciones que impediría este manejo discrecional que hasta ahora se ha hecho del gasto público.
Tal y como las comisiones con instituciones de crédito, las multas impuestas a los proveedores y contratistas -por ejemplo del IMSS- que no se reportan.
Asimismo, se controlaría el manejo que hoy se hace de los recursos de la banca oficial para apuntalar artificialmente la paridad cambiaria, así como el anticipo de contribuciones de entidades paraestatales que se suelen hacer para ayudar a "maquillar" los informes oficiales.
En suma, se obligaría al gobierno a contar con la previa autorización del Congreso para ejercer cualquier recurso público que por cualquier vía pudiera llegar a obtener el Ejecutivo.
Además, en esta propuesta de control presupuestal, los diputados plantean la necesidad de terminar con el uso discrecional y desordenado de las aeronaves gubernamentales.
Es frecuente observar los helicópteros que los funcionarios públicos utilizan para trasladarse dentro de la Ciudad de México, o hasta para ir a Toluca o Cuernavaca.
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LOS OBSTÁCULOS
La propuesta está planteada. Fue publicada en la gaceta parlamentaria del pasado martes 10 de noviembre y habrá de ser votada por las bancadas de todos los partidos.
Sin embargo, en opinión de muchos, es muy difícil que ésta prospere, con todo y que fue presentada por dos de los vicecoordinadores de la bancada tricolor.
Para el asombro de cualquiera, la más férrea oposición que esta propuesta ha encontrado es la del diputado priista Sebastián Lerdo de Tejada.
Todavía el miércoles por la noche el priista peleaba como gato boca arriba asegurando que no prosperará esta iniciativa, porque según él, el presidente Felipe Calderón podría vetar la ley de presupuesto.
¿Y si así fuera, no saldría ganando de todas maneras el PRI?
¡Imagínese la posición del presidente Felipe Calderón después de la rechifla de Torreón, vetando el presupuesto por una cerrazón a la transparencia del gasto!
La iniciativa de los diputados César Augusto Santiago y Jorge Carlos Ramírez Marín no es asunto menor.
Y es que esto significaría quitarle al gobierno el poderosísimo cañón al que alguna vez ser refirió el general Álvaro Obregón.
Aquél que arrojaba irresistibles cañonazos de 50 mil pesos de la época y que nadie podía resistir, según el sonorense que también fue presidente de la República.
El cañón que todavía al parecer está en uso y sirve para disuadir a cualquiera y que, en opinión de algunos, hace poco se volvió a utilizar para otorgarles más participaciones a aquellos gobernadores que se portaron bien en la aprobación del IVA.
Con todo y los inconvenientes que para los obregonistas del siglo 21 representa una reforma como ésta, no estaría por demás que pensaran un poco en lo que les pudiera pasar si este cañón se dispara en 2011.
Es posible que el efecto pudiera ser devastador para el PRI y para toda la oposición.
Porque pudiera ser que el partido al que todo mundo da hoy por perdedor resultara aplastante y victorioso gracias a un milagro mexicano, o la fuerza de un disparo de cañón como el del general Álvaro Obregón.
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Gabriel Reyes Orona / Ex procurador fiscal de la Federación
Alto al 'guardadito'
Los "guardaditos" de recursos públicos han crecido de forma escandalosa. Representan ya casi la tercera parte del Presupuesto de Egresos de la Federación, afirma el jurista y ex procurador fiscal de la Federación Gabriel Reyes Orona.
En su opinión, ha llegado el momento de que esto se acabe. Que la Cámara de Diputados vuelva a asumir las obligaciones que la propia Constitución le impone para autorizar y controlar en forma exclusiva el gasto público.
Desde el año 2000, refiere Reyes Orona, el Congreso fue renunciando a sus facultades y expidiendo "cheques en blanco" para un manejo discrecional y arbitrario por parte del Ejecutivo.
Se trata de cientos de miles de millones de pesos. Una cantidad de recursos que representa varias veces lo que se pretende recaudar con el aumento de 1 por ciento al IVA, y eso debe terminar, afirma el ex procurador fiscal.
Fuente: Reporte Indigo
Difusión: AMLOTV
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