PRIAN
En los grandes atracos al pueblo de México y a la integridad nacional la mancuerna del PRI y el PAN siempre se hace presente. Las diferencias entre unos y otro son de forma; en los asuntos de fondo actúan juntos, como hermanos.
La esencia de tal hermandad radica en que comparten su convicción clasista en el modelo económico neoliberal que se viene aplicando en México desde hace más de 26 años, al servicio de un pequeño grupo de potentados que han visto crecer sus fortunas con el mismo ritmo que el empobrecimiento y la falta de oportunidades de la abrumadora mayoría de los mexicanos.
En la otra cara de la misma moneda, el PRI y el PAN también coinciden en la necesidad de mantener un sistema de control y manipulación de la sociedad, a través de los medios de comunicación y del manejo faccioso de las instituciones del Estado.
La privatización salvaje de los bienes nacionales, los subsidios a gran escala, los privilegios fiscales de las grandes corporaciones empresariales, el atentado cotidiano al derecho a la información (disfrazado de una falaz defensa de la libertad de expresión) y los fraudes electorales de 1988 y 2006, son sólo algunas de las piezas del rompecabezas que el PRI y el PAN han acomodado para sostener el depredador régimen de dominación en el país.
El último episodio de esa complicidad perfecta fue el acuerdo parlamentario para aprobar la Ley de Ingresos 2010, la cual significará mayor desempleo, pobreza y desigualdad para las familias, exceptuando - claro está - las de los potentados y sus serviciales empleados de la clase política, a los que no se tocó ni con el pétalo de la rosa, a no ser para otorgar nuevos privilegios a los primeros.
Sin embargo, de poco o nada serviría dar cuenta de esta penosa realidad si la sociedad no toma nota y saca sus conclusiones sobre la perversa adicción del PRI y del PAN de hacerse mancuerna en todo lo que signifique seguir respaldando un modelo fracasado.
Fuente: El Periódico
Difusión AMLOTV
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