Buró Ejecutivo de la IV Internacional. Paris, Francia.
El gobierno ultra derechista de Benjamin Netanyahu y Avigdor Lieberman ha demostrado una vez más su capacidad para ir más allá de los anteriores gobiernos israelíes pisoteando el derecho internacional y los fundamentos mismos de la decencia. Su ataque asesino a la Flotilla de la Libertad de Gaza en aguas internacionales requiere una respuesta contundente del movimiento de solidaridad y de la opinión pública mundial.
Debido a la presencia del Partido Laborista en el gobierno extremistas de Netanyahu, toda la élite política sionista es cómplice de esta atrocidad. El laborista Ehud Barak, ministro de Defensa, dijo que el gobierno ha aceptado conscientemente las consecuencias de su acto. Es decir que espera que los gobiernos del mundo se limitan a dar declaraciones: algunos comunicados diplomáticos y frases de desaprobación enviadas a los embajadores israelíes. Como de costumbre. Pero esta vez tiene que ser diferente: un torrente de protestas debe obligar a los gobiernos a pasar de las palabras a los hechos.
Barack Obama y Ban Ki-moon ya han hablado de la investigación. Pero, ¿qué quieren investigar? El gobierno israelí no niega que ha lanzado un ataque ilegal en aguas internacionales; lo proclama. El propio ejército israelí asegura que ha matado a nueve militantes. El mismo portavoz de los militares israelíes no habla de más de cuatro israelíes heridos para justificar estos asesinatos. El corresponsal de Al-Jazeera, presente en el barco, reporta que una bandera blanca fue izada y que es cuando los israelíes abrieron fuego. De la misma manera que dieron el asalto, sin provocación. Todo esto sugiere una elección deliberada de utilizar la "fuerza desproporcionada", como en 2008-2009, y ciertamente no es un caso de "autodefensa".
El asalto contra la Flotilla de la Libertad fue una extensión lógica del bloqueo de Gaza, contra el cual la flotilla protestaba y al cual desafiaba. Es difícil encontrar un gobierno en el mundo, fuera de Israel, para justificar este bloqueo que es un caso flagrante de castigo colectivo ilegal impuesto contra una población civil. Sin embargo, ningún gobierno ha movido el dedo para impedirlo. Y de manera cínica, las relaciones públicas israelíes se atreven a recomendar un restaurante de lujo en Gaza a los periodistas para que se den cuenta de los efectos del bloqueo.
Seguramente el autor de esta nota de prensa recuerda que buenos restaurantes seguían abiertos en el Gueto de Varsovia cuando los Judíos se morían de hambre en las calles! No, no hay hambruna generalizada hoy en Gaza; por más arbitrario y caprichoso que sea el bloqueo israelí, ha sido calibrado con el fin de evitar este nivel de devastación. Produce "sólo" la desnutrición masiva, "sólo" el trauma de decenas de miles de niños, "sólo" el desempleo masivo que afecta al 80% de la población de 1,5 millones de personas, "sólo" la impotencia de una población que intenta sobrevivir en las ruinas dejadas por la agresión israelí en 2008-2009, a quien se le niega todos los medios de reconstrucción, "sólo" la muerte de 28 Palestinos esperando el permiso para salir tratamiento médico de emergencia.
Las protestas contra el ataque que ha sufrido la flotilla - que fue la culminación del bloqueo - son más que justificadas. Las concentraciones y manifestaciones frente a las embajadas y consulados deben continuar. Pero deben ir más allá, deben apuntar a los gobiernos en cada uno de nuestros países que han hecho posible y que siguen haciendo posible los ultrajes israelíes.
► En Estados Unidos, que siguen siendo bajo la administración de Obama el principal apoyo de Israel, las protestas deben exigir y obtener el cese inmediato de los tres mil millones de dólares en ayuda anual que financia los crímenes del gobierno israelí.
► En los países de la Unión Europea, quienes hace sólo unos meses decidieron estrechar sus lazos con Israel, las protestas deben exigir y obtener la aplicación inmediata de la cláusula sobre derechos humanos en el Tratado de Libre Comercio UE-Israel, suspendiendo así los privilegios comerciales que proporcionan una ayuda económica a Israel.
► En los países árabes que mantienen relaciones con Israel, la furia de los pueblos debería forzar a sus gobiernos a poner fin a esta complicidad - y particularmente al gobierno egipcio, cuyo papel es esencial en el criminal bloqueo de Gaza.
► En Israel, donde también han habido protestas, se debe fortalecer la resistencia contra el gobierno de extrema derecha.
► En todas partes donde el movimiento de solidaridad no es lo suficientemente fuerte como para obligar al gobierno a romper con el Estado de Israel, se debe tomar la iniciativa fortaleciendo la campaña masiva de Boicot-Desinversión-Sanciones (BDS) .
Por último, este nuevo crimen israelí debería inspirar una nueva ola de debate y reflexión sobre el fracaso del “proceso de paz” destinado a establecer un mini-Estado palestino en los territorios ocupados en 1967, junto con un Estado sionista intacta. Hoy el gobierno de Israel será “castigado” por su agresión contra la flotilla con una nueva suspensión del anémico proceso de conversaciones indirectas con la Autoridad Palestina - un proceso que naturalmente no lleva a nada más que a distraerlo ocasionalmente de sus esfuerzos por establecer hechos consumados. Los movimientos pacifistas y de solidaridad deberían preocuparse ahora más de la necesidad de una alternativa, que lleve a una paz verdadera, es decir una autodeterminación incondicional del pueblo palestino, el derecho al retorno de la población de refugiados 1948 (que compone el 80% de la población de la Franja de Gaza), el desmantelamiento del Estado sionista y una solución política que permita a los pueblos Palestino y Judío de Israel de vivir juntos, disfrutando de la igualdad de derechos.
París, 1 junio 2010
Mucho cuidado con esto,porque en el caso de Copala, se ve la misma forma de actuaciòn que en Israel.
Difusión: soberanía popular
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